CERCA DEL NO RETORNO
AUBASA quiere avanzar en acciones para la cancelación de la personería gremial del Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA), tras una escalada en la confrontación que tiene a la entidad moyanista que lidera Florencia Cañabate y la empresa estatal que preside Ricardo Lissalde.
En las redes sociales del funcionario público no hay mención al caso, pero el enfrentamiento entre el dirigente nacido en Saladillo y el SUTPA viene de hace tiempo. En la edición de septiembre Revista Comunas publicó la denuncia ante el INADI por parte el sindicato contra Lissalde, en esa ocasión Cañabate había dicho “Como Organización Sindical no podemos permitir que en una reunión para debatir el futuro de la actividad, Ricardo Lissalde diga frente al vicepresidente de AUBASA, Felipe Vismara: ´¿Qué pasa, hoy viniste solita? ¿No tenés miedo?´. Y luego delante del directorio dijo: ´A estos deberían haberlos tirado al mar como en los 70´.”
Desde el 1 de enero de 2023 el sindicato ordenó el levantamiento de las barreras como forma de protesta ante la falta de respuesta a sus demandas. Pese a que el ministerio de Trabajo de la nación dictó la conciliación obligatoria, el SUTPA no acató la disposición y alegó que ese mecanismo “no anula el derecho constitucional a la huelga”. La situación ocasiona pérdidas millonarias a la gestión de Axel Kicillof.
Esto se agravó cuando los representantes de AUBASA pidieron sanciones económicas y la cancelación de la personería gremial.con la justificación de que hubo «anteriores incumplimientos y violaciones de la conciliación obligatoria», y que «se violentó la paz social acordada»; además advirtió que avanzará con sanciones individuales contra los trabajadores.
Tras la esteril audiencia, la entidad que nuclea a los trabajadores de los peajes emitió un comunicado llamado “Ni Macri se animó a tanto” en dónde expuso el comportamiento de la empresa.
Y la contradicción entre la ideología que pregona tener un gobierno peronista, que como tal se embandera en los derechos de los trabajadores, y las trabajadoras, y el intento de cercenación en la representación sindical de un sector.
Se espera un pronto desenlace para un conflicto que alcanza más temperatura que inclusive el cálido verano, y del que posiblemente no haya retorno.
