“Me encontré con un Concejo Deliberante vacío. No había papel higiénico, ni lavandina. La transición fue darme las llaves de la oficina”, describe el presidente del HCD de Morón Jorge Laviuzza a Comunas y señala que, tras la gestión de Cambiemos, planea reactivar el legislativo con un rol político de consenso de cara a las demandas sociales.
¿Cuál va a ser tu rol al frente del HCD?
Es raro porque estoy acostumbrado a trabajar en una banca y presentar proyectos que tengan que ver con proponer y controlar al ejecutivo. Aunque sigo siendo un miembro más de los 24, obviamente el rol cambia. Tenés que administrar otra cosa y creo que le tengo que dar un marco político diferente al que se venía gestionando. Estamos dispuestos a empezar una nueva era con consenso, diálogo y tiempo. Soy un concejal presente por lo cual le vamos a destinar tiempo a todos, para que todos estemos cómodos y definir algunas prioridades juntos. No podemos no estar de acuerdo en las prioridades. Después está abierto el debate. No va a haber ningún problema en aportar cada uno desde su lugar. No nos convierte en enemigos pensar diferente sobre ciertas cosas. Quiero que sea un Concejo de puertas abiertas, siendo parte de la contención social que hace mucha falta. La inercia negativa de un país parado hay que empezar a moverla. Tengo pensado revitalizar todas las áreas administrativas, que la dirección de gestión cultural funcione, que a la dirección de políticas públicas e institucionales podamos agregar la mirada de género y diversidad y estamos pensando como institucionalizar de la mejor manera, con una oficina de prensa para generar un cara a cara con el periodismo, y escuchar de verdad. Con esas cosas intentamos estar un escalón más arriba. Veremos cómo nos sale.
¿Qué legado legislativo deja Cambiemos en Morón?
Lo que dejó es la poca praxis para ponernos de acuerdo y la desprolijidad de bancar algunos expedientes que venían del ejecutivo por fuera de las normativas. Me parecía que dejar al HCD con la arista de la cuestión legal sujeta a una mirada propia no es bueno. Lo vamos a corregir. Esa es la diferencia entre ser una escribanía o no. Nosotros no tenemos contradicciones en administrar un poder del Estado y bancar un gobierno. La contradicción es hacer las cosas mal. Y tampoco le sirve al ejecutivo municipal. Vamos a poner prolijidad. La última sesión del año pasado se frustró por la mala inclusión de un concejal, o por lo menos dudosa. No hacía falta y no nos deja bien parados a todos. La convocatoria a la oposición es que ésta es la casa de la democracia, no es la casa de un partido político. La tenemos que cuidar entre todos.
¿Cómo fue la transición legislativa?
Hubo dos reuniones con la presidencia anterior. Obviamente muy amable porque nos conocemos hace años. Tenemos un vínculo legislativo y desde ahí no puedo decir nada. Pero después me encontré con un Concejo Deliberante vacío, no había papel higiénico, ni lavandina, ni hablar de útiles. Así que la transición fue darme las llaves de la oficina. De igual manera este ámbito no posee un gran presupuesto, el 85% es para el personal, pero el 15% tenes que administrar bien porque si no, no tenés insumos básicos. Vamos a mirar con un ojo muy clínico todos los gastos y ver si podemos tener un presupuesto más versátil de acuerdo a las necesidades dentro de lo que se pueda.
Hablaste de la contención social, ¿Qué aporte se piensa?
Entiendo que el ejecutivo primero tiene que racionalizar sus finanzas. Si bien no hay un informe oficial, si tenemos datos. Es un municipio desfinanciado totalmente con una deuda que puede llegar a los 1.200 millones de pesos, con un Estado en todas las áreas descentralizadas de terrorismo porque no dejaron nada. No hay camiones, no hay cerraduras, no hay lamparitas, no hay insumos. Entiendo que se necesiten acortar plazos y eso se resume a tener emergencia en algunas áreas como la administrativa y la sanitaria. Después todo lo que sea reactivar el comercio y las facilidades que les podamos dar las comerciantes, pymes y talleres para recuperar algo de lo perdido con facilidades para el desarrollo. Seguramente promoción de algunos sectores y el marco jurídico lo da el HCD. Estamos para dar ese debate.
¿Cómo queda la conformación del HCD?
Con 11 concejales del Frente de Todos, 10 del Frente Juntos por el Cambio, uno del bloque Argentina de Pie, una concejal de Grande Morón, y una del Gen. Queda un HCD muy bueno para trabajar con la oposición en mayoría. Y entiendo que hay diferentes maneras de mirar lo que viene. Estamos permanentemente en contacto y hay escenario político para todos. La presidencia tiene esa capacidad y a partir de ahí construir consenso. Me toca a mí y me encanta esta tarea. Soy un hombre formado en la militancia política y vamos a ver si mi experiencia va a servir, ahora vamos a la práctica.
¿Estar al frente del HCD es tu mayor desafío político?
Creo que voy a tener por delante muchas cosas. Hasta ahora sí. Es un si, por el momento. Porque cuando vos tenés un país que funciona con las fabricas abiertas, la gente consumiendo, con obras sociales, con los chicos en las escuelas y las universidades llenas, la verdad que es muy diferente. En estos momentos me parece que no es fácil y siempre nos toca a nosotros sacar a la Argentina de la crisis. Es nuestro rol histórico sacar al país adelante, pero con la gente.
