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Según la ciencia sólo un cambio transformador podrá salvar la biodiversidad del planeta

Un nuevo informe del IPBES alertó que se requieren cambios profundos y urgentes para evitar el colapso de la naturaleza. El especialista argentino Lucas Garibaldi, uno de los tres coordinadores del plenario científico más importante sobre biodiversidad, detalla las causas, posibles escenarios y soluciones.

Retrasar las acciones para detener e incluso invertir la pérdida de biodiversidad en el mundo, aunque sólo sea una década, costará el doble que actuar ahora. Es lo que concluyeron más de 100 expertos de 150 países que se reunieron para el plenario científico IPBES (Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas), en Nairobi, África.

Tras la publicación del informe, los especialistas advirtieron que se está cerrando rápidamente la ventana de oportunidad para detener y revertir la pérdida de biodiversidad y de impedir que se desencadenen daños irreversibles previstos de las funciones clave de los ecosistemas.

“Según las tendencias actuales, existe un grave riesgo de que se produzcan varios puntos de inflexión biofísicos irreversibles. Esto incluye la desaparición de los arrecifes de coral de baja altitud, la extinción de la selva amazónica y la pérdida de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental”, aseguró Lucas Garibaldi, uno de los tres coordinadores de evaluación de la última edición del plenario y el único argentino.

El cambio transformador es necesario. La mayoría de los enfoques pasados y actuales de la conservación pretenden reformar los sistemas antes que transformarlos. Pero no han logrado detener ni invertir el declive de la naturaleza en todo el mundo, lo que tiene graves repercusiones para la economía mundial y el bienestar humano”, agregó Garibaldi, investigador del CONICET y de la Universidad Nacional de Río Negro.  

La biodiversidad se redujo un 2 a un 6 por ciento en los últimos 50 años

El grupo de fuentes expertas de ONU ya pronunció que las crisis medioambientales, sociales y económicas están relacionadas entre sí. La escasez de agua y la emergencia alimentaria y sanitaria son algunos contextos complejos que están conectados con la crisis de biodiversidad y, por lo tanto, requieren soluciones coordinadas

“Algunas de las causas identificadas por el Informe sobre el Cambio Transformador son la desconexión de las personas con la naturaleza, la dominación y explotación sobre la misma y otras personas, la concentración desigual de poder y riqueza y la priorización de las ganancias individuales y materiales a corto plazo”, enumeró el científico, director del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural (IRNAD-UNRN-CONICET)

“Por complejo y difícil que sea abordarlo, sigue siendo posible. La historia nos ha demostrado que las sociedades pueden transformarse a gran escala, como ocurrió durante la Revolución Industrial- se esperanza Garibaldi, uno de los máximos referentes del área a nivel nacional-.  Aunque aquella época trajo consigo terribles costes medioambientales y humanos, es la prueba de que un cambio fundamental y sistémico es posible”.

El dinero no es todo (pero cómo ayuda)

Para las fuentes expertas, actuar de inmediato podría generar oportunidades de negocio e innovación. Con enfoques económicos sostenibles, estimaciones recientes apuntan que podrían generarse más de 10 billones de dólares estadounidenses en valor de oportunidades empresariales y 395 millones de puestos de trabajo en todo el mundo hacia 2030.

En un contexto donde casi un 40 por ciento de la riqueza global está en manos del 1 por ciento más rico de la población mundial, pensar en nuevas formas de financiamiento, de estructuración y organización de la economía mundial será clave. 

“Algunas de las acciones que podrían tomarse para avanzar en las transformaciones necesarias incluyen reconsiderar las deudas globales, internalizar los costos ambientales, reformar las subvenciones en los sectores que contribuyen a la pérdida de biodiversidad y el deterioro de la naturaleza, así como también un mayor compromiso positivo del sector privado”, aportó el doctor en Ciencias Agropecuarias.

Expertos aseguran que casi un 40 por ciento de la riqueza global está en manos del 1 por ciento más rico de la población mundial. Créditos: Prensa IPBES

Aún queda una ventana de oportunidad para actuar 

Tal como expresó la reconocida etóloga y activista Jane Goodall, “cada acción cuenta y cada quien tiene un rol que cumplir, las pequeñas elecciones pueden cambiar el mundo”. Garibaldi coincide con esta filosofía y asegura que, a pesar del panorama crítico, el informe es esperanzador porque hay estrategias para poder lograr el cambio transformador. 

“Una parte del problema es que el ser humano no cree que su bienestar está ligado a la naturaleza y es un gran error. Vivimos en un sistema socio-ecológico y todos los actores tienen poder, ya sea a nivel gubernamental como cada uno desde su casa como ciudadanos”, afirmó el investigador. Aunque la pelota, una vez más, está en los tomadores de decisiones.

Fuente: https://www.ctys.com.ar/

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