Artificial sí, inteligencia no
Por Dany Wilde
En tiempos de inteligencia artificial, chips, sitios, cibernética y autos voladores aparece Ramiro Marra. Este buen hombre, diputado porteño por elección de algunos votantes muy parecidos a él estudió historia con algún tik tok de chistes gallegos.
Este legislador se manifiesta español y buena gente, no como esos indios sucios que como los hippies nunca se bañaban. Por ser ibérico es bueno, un silogismo propio de alguien que cursó materia gris 2 y 3 en el Centro Gallego.
La misma persona que entiende que los españoles que llegaron a América en la edad media con un mensaje de paz y amor promociona la dolarización a un tipo de cambio blue. O sea, no sabemos que es más creíble, si el genocidio español fue en realidad un suicidio en masa, con flechas por la espalda o un peso que se convierta a dólar por arte de magia y vos que sos muy pobre te transforme en rico, de un día para otro.
Marra, al igual que Macri, tuvo pesadillas pensando en el gran dolor que sufrieron los hombres de Fernando VII cuando se produjo la Revolución de mayo. No imagino el dolor de cabeza cuando escucha la palabra independencia y el nombre propio San Martín.
Aunque uno supone que el legislador pensará que San Martín es solo una avenida y como es un apellido de origen ibérico habrá sido bueno. Este representante de los porteños expone a diario su ignorancia y como consecuencia de ella su mediocridad.
Propone cambiar de moneda, destruir el estado y construir un gran edificio en terrenos de Canal 7 o ATC como él lo llama al canal que inauguró el color en tiempos de Videla. Alguien que le diga que tanto el canal, como la moneda y su cargo pertenecen al estado. La propuesta de este espacio es que, si pretenden privatizar todo que también sea privado la legislatura, el congreso nacional y la justicia.
De esta manera, habría un par de asesores financiados por empresas en lugar de diputados y la justicia emanaría de un dictador que cobraría su sueldo de una corporación. Privaticemos y de esta manera, Marra debería retornar
a la casa de tus viejos porque quedaría desempleado. Pregunta, en serio, que les pasa por la cabeza a los porteños que son capaces de votar al clan Macri y a un hombre como Marra que se parece mucho a esas empanadas que venden en la cancha, nadie sabe lo que tiene adentro.