Argüello: “LA REVOLUCIÓN PRODUCTIVA SE ESTÁ DANDO Y ES CON APLICACIONES MÓVILES”
Los avances tecnológicos nos atraviesan en todos los aspectos como sociedad, sin embargo, el sindicalismo carga el “estigma” de estar en contra para no perder derechos laborales. El líder de Camioneros en Caseros, Octavio Argüello, habla del tema y sostiene que el debate debe darse y que no se pierde nada sino que cambia el modelo de negociación.
Por Rodrigo Marcogliese
¿Cuál es la necesidad de que el mundo obrero se meta de lleno con las actualizaciones tecnológicas?
Es lo que va a demandar el mundo en todos los aspectos sociales. Más allá de lo que podamos dar los sindicatos a la discusión, la debemos dar porque es hacia dónde vamos. No veo una revolución productiva con chimeneas, pero si la veo con aplicaciones móviles. Todo se maneja por una plataforma y creo que el movimiento obrero debiera hace tiempo observar los cambios que se vienen para ser parte de ellos, tenemos en el “debe” no habernos sentado a discutir estos temas, quizá mañana sea tarde.
¿Crees que esa pérdida de tiempo está atada al preconcepto de “perder derechos” si hay avances digitales?
Mi idea es que tenemos que acompañar el proceso, los tiempos cambiaron. Perón decía que una buena política de hoy podría ser contraproducente en 40 años porque las sociedades se aggiornan, y cuando se abre la puerta a la tecnología no se discute solamente el método de producción sino la forma, es decir, los horarios, las condiciones laborales. Es un desafío transformador. Por eso no hay que tener miedo, hay que hablar de esto porque hace que cada vez más compañeros de otras actividades queden fuera del sistema y eso no lo podemos permitir. Si no lo discutimos nosotros lo discuten otros, lo discute el mercado y el mercado no tiene corazón. Entonces tenemos la obligación de hacerlo.
¿Cómo hay que comunicar la necesidad de dar esa batalla?
Se necesita ser creativos, negar esa discusión es negar el futuro. Mirá, cuando me comentaron que Javier Milei sorteaba su dieta como Diputados lo primero que pensé es que estaba generando una base de datos, algo que es muy costoso y él lo hacía gracias a un sueldo que le pagaba el Estado. En las elecciones quedó demostrado que no tenía fiscales, pero que podía llegar a todos lados con el sistema en red que formó. Hay que estar atento a las nuevas formas de comunicar.
