ALICIA MABEL CONDE: “No era el paraíso”
El diálogo se produce con la nieta de Pedro Conde Magdaleno, enviado obrero de Perón a Rusia que en 1948 desafió a Stalin. En 1951 Conde escribió un libro contando esa experiencia por qué huyen en baúles los asilados españoles en la antigua URSS. Ahora se va a reescribir el libro.
Por Gabriel Russo.
-¿Quién era y cómo era tu abuelo?
Te voy a contar desde la perspectiva de nieta. Mucho de historia no sé, pero mi abuelo era un trabajador. Vino de General Madariaga a los 16 años acá a Buenos Aires. Era de familia de panaderos y se casó con mi abuela a los 25 años. Empezó a vivir la época de Perón siendo comunista. Lo eligen entre un montón de personas para ser Agregado Obrero y viajar a Rusia. El fue muy ilusionado allá pensando que se iba a encontrar con el paraíso soviético y cuando llegó allá empezó a desilusionarse.
Al principio trataba de pensar que era un error lo que estaba viendo, no podía creerlo y a medida que pasaba el tiempo- era una persona muy ávida de información- muy activa, empezó a investigar por sus propios medios qué era lo que estaba pasando allá y a encontrarse con una realidad que no le gustó nada, que chocaba muchísimo con sus ideales, empezó a ver que era una mentira y se le ocurrió después de ver todo eso, hacer una locura por amor, que fue tratar de sacar a algunos disidentes españoles en baúles diplomáticos.
-Hay un marco histórico: cuando llega Perón al poder se enviaban a las embajadas, intelectuales, profesionales, militares, nunca en la historia argentina se envió un gremialista. Perón adoptó esa idea porque él iba a hacer la reforma positiva laboral, y puso agregados para que fueran a contar esa experiencia. Va tu abuelo a la ex URSS. Pero tu abuelo era socialista. Para esa época se decía acá en Argentina “rojo” al comunista”, y se encuentra según cuenta el libro “Por qué huyen en baúles los asilados españoles en la Unión Soviética”.
En realidad pasa que cuando él llega allá ve cosas que no imaginaba y se da cuenta cuando viaja a otros países, que los baúles son una posibilidad. Ahora estoy leyendo más profundamente, y lo releo el libro en lo que él sentía, que era un dolor enorme. El quería averiguar cosas que estaban pasando allá y no lo dejaban, tenía que meterse como espía para poder visualizar cómo trabajaban los obreros allá, y era muy doloroso.
-En el libro “El sindicalismo argentino” lo nombran a tu abuelo y más o menos, entre otras cosas decía que “el esperaba encontrarse el paraíso” y habla con el Ministro de Trabajo, sindicalistas y nadie le dio bolilla y la gente allá comía y vivía de acuerdo al grado que tenían…
Mi abuelo lo describe en una época en que a nadie le importaba y creían que era un problema que traía la guerra, y no, era un problema social, se les había hecho creer una cosa y sucedió otra. Se hacía creer al mundo una cosa y era otra. Pero mi abuelo era una persona que amaba lo que hacía y era un trabajador de verdad, le dolió tanto ver eso, y cuando lo dijo lo trataron de mentiroso, de estafador, de todo.
-¿Fue preso?
No llegó a ir preso, fue denunciado. Estuve haciendo investigaciones en Cancillería, me falta información, pero hubo obviamente una denuncia. Cuando él ve que puede utilizar los baúles para meter gente, empieza a trabajar. El tenía dos traductores que eran españoles y que querían irse desde hacia muchísimos años de Rusia y no se lo permitían. Uno había llegado siendo muy niño (Pedro Cepeda) y quería volver con su familia, el otro (José Tuñón) era un aviador que es el que viajó adentro del baúl.
Mi abuelo habla con otro de los diplomáticos y empiezan a trabajar el tema de armar los baúles para que puedan entrar estas personas. Finalmente lo logran. Mi abuela estaba embarazada del cuarto hijo, y mi abuelo se acerca a ella y le dice que él solo le viene a avisar, que no le va a consultar lo que va a hacer y se lo cuenta. Hacía 8 meses que estaban en Rusia, Ella no dice nada, y él viaja en el avión. Van los cuatro.
Hubo otro diplomático que no puede salir porque no tenía rublos, solo dólares, y solo puede subir mi abuelo con Tuñón. En medio del viaje se empiezan a sentir unos ruidos, la azafata lo escucha, va a hablar con la tripulación que viene a ver qué estaba pasando. Mi abuelo en ese momento abre el baúl y se encuentra con que José Tuñón estaba asfixiado, la cara amoratada, los ojos hacia afuera, echando espuma por la boca.
-Se estaba muriendo…
Exacto estaba a punto de morirse si no abren el baúl a tiempo. Una de las cosas que le preguntó Tuñón a mi abuelo, es por qué había abierto el baúl, que hubiera preferido morir antes de “lo que va a suceder a partir de ahora”. Dan vuelta al avión, y lo llevan para Siberia. Mi abuelo se echa toda la culpa, los rusos se ríen y Tuñón le dice que no insista en decir nada más, que ya están todas las cartas tiradas. En ese momento él permanece desaparecido en unos galpones en Siberia y ahí empieza a contar la odisea de esas 3 o 4 noches que pasó.
El libro lo escribe dos años después. Mi abuela llevaba un diario. Ella sabía inglés, francés, italiano y se había aprendido algo de ruso, y lo asistía a él en las traducciones. De ese diario fueron sacadas muchas informaciones. Muchas partes del libro fueron escritas por mi abuela.
Las noches fueron tremendas.
Por lo que vi en Cancillería ha desaparecido mucha información.
-Con la familia de Américo Ghioldi, tal vez encuentres alguna información.
Ellos llegaron acá con lo poco que tenían, mi abuela guardó información en la canasta de comida de los hijos y con eso y lo que había visto escribió algo que en aquel momento no fue creído. Existía la propaganda soviética…
-Por algo Perón decía “Ni yanquis ni marxistas”, pero del libro de tu abuelo “Por qué huyen en baúles los asilados españoles en la Unión Soviética”. ¿Hay pocos ?
Sí hay pocos y probablemente se pueda agregar más información. El habla en presente, es fuerte, jugándose a decirlo. Su intención fue mostrar al mundo que el comunismo no era lo que se decía, el fue un obrero y su familia lo fue. Así como le dijo Perón que él era un “gordo bueno”.
-El comunismo tuvo varias etapas, la de Stalin fue la peor. Magnetto tiene una filosofía estalinista.
Lo que tenía de valioso mi abuelo es que tenía un pensamiento abierto, tuvo que ver la realidad para darse cuenta. Más allá de que Perón le hubiera dado la oportunidad de ir a Rusia, él siguió diciendo la verdad, creía en lo que hacía y escribió un libro sabiendo que se ponía a mucha gente en contra.
CONDE MAGDALENO CON SU ESPOSA Y SUS HIJOS EN RUSIA.