Alberto Miguela: “Pudimos capacitar a nuestros trabajadores a tiempo, veíamos que se venía el parate total”

La provincia de Buenos Aires concentra el 25% de los casos de coronavirus del país. El conurbano -puntualmente- es uno de los principales temas que preocupan a Alberto Fernández y el central de Axel Kicillof. El avance de la pandemia obliga a cerrar grietas para superar el impacto sanitario y económico. Ante empresarios como Paolo Rocca (Techint) que le dan la espalda a los trabajadores, resulta fundamental la presencia gremial para contener al sector obrero.

Desde el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) se anticiparon a la decisión del Gobierno nacional de decretar el aislamiento social obligatorio y tomaron medidas preventivas. El miércoles 18, dos días antes de que empezara a regir el DNU, el sindicato licenció a sus trabajadores mayores de 60 años y a los que tienen hijos en edad escolar. “Inmediatamente salimos a comprar computadores para sostener el trabajo del gremio desde la casa, el funcionamiento de la obra social OSTEP, y trabajos específicos de contaduría”, comentó Alberto Miguela, secretario general del SOEME en provincia de Buenos Aires, en diálogo con Agencia Comunas. “Después salió el DNU del Gobierno Nacional, pero los trabajadores desde antes ya estaban equipados para poder trabajar desde sus casas para protegerlos de posibles contagios”, destacó.

Gran parte de empleados afiliados al SOEME quedaron exceptuados de la cuarentena obligatoria ya que su labor resulta esencial para mantener activos los comedores escolares. “Los auxiliares y empleados de minoridad siguen trabajando, en la limpieza de escuelas y entregando bolsones de comida seca en los establecimientos que tienen comedores”, informó Miguela.

El secretario general comentó que el contexto de emergencia provocó “reclamos de falta de elementos de higiene y limpieza” que ya fueron notificados al gobierno de la provincia. “Es un virus que ha afectado al mundo, hay que tomar todas las precauciones posibles, pero lamentablemente nuestros compañeros deben seguir trabajando porque son un servicio esencial, pero necesitan los elementos de limpieza y seguridad, sobre todo para cuidar a los chicos”, detalló.

Al respecto de los bolsones de comida, hasta el momento “están llegando bien”. De acuerdo al grado de necesidad, se reparten en distintos distritos de manera semanal, cada diez días, “y en algunos la repartición es diaria”. “Trabajamos en conjunto con los distintos intendentes y el gobierno bonaerense”, destacó la gestión de la dirigencia política.

Sobre el impacto económico en el sector, Miguela manifestó que los trabajadores en relación de dependencia “siguen cobrando y se mantienen los aportes”.

“Antes de que pase todo esto, nosotros ya tomamos medidas para que los empleados puedan trabajar desde las casas con computadores y notebooks. Nos anticipamos y no nos agarró imprevisto, para garantizar que el servicio siga”, declaró y agregó que “por suerte pudimos capacitar a nuestros empleados, veíamos que se venía el parate total”.

El Poder Ejecutivo Nacional decidió extender la cuarentena hasta mediados de abril, ante esta situación el SOEME mantiene reuniones a través de videollamadas para seguir “día a día lo que vaya surgiendo” para garantizar que “nuestros afiliados cuenten con los elementos necesarios para poder garantizar su tarea, y que tengan la salud garantizada a través de la obra social”, concluyó Miguela.