Opinión

Al final la vida sigue igual

Una de las etapas menos esperadas de la vida es la jubilación. Muchos se imaginan que al llegar ese momento vendrán días llenos de viajes, descanso, tiempo para disfrutar a pleno y recuperar los sueños postergados.
Sin embargo, al cruzar esa línea, la realidad es mucho más compleja. La jubilación no sólo significa el cierre de un ciclo laboral, sino también la llegada de una nueva forma de vivir marcada por la incertidumbre financiera.
Para unos pocos privilegiados, es un momento de descanso y relajación después de años de trabajo, una oportunidad para explorar nuevos horizontes, viajar o dedicarse a pasatiempos que antes no se podían disfrutar.
Es fácil pensar que al cobrar la jubilación la vida se vuelve más simple. Pero, ¿qué pasa cuando esos ingresos no son suficientes para cubrir las necesidades básicas. Cómo ocurre con la casi totalidad de los jubilados? Acá es donde comienza la verdadera historia de la jubilación para la mayoría de las personas: una historia de inseguridad, postergaciones, adaptaciones, desafíos y resiliencia.
No se puede negar que la incertidumbre económica puede llegar a generar ansiedad, estrés o cardiopatías, pues al cerrar el capítulo laboral, los jubilados se enfrentan a la vida con un presupuesto más que ajustado. Las cenas en restaurantes, las escapadas de fin de semana y los pequeños lujos que antes parecían cotidianos se transforman en un sueño inalcansable.
La vida ahora se mide por el tamaño de la caja de ahorros y no por las experiencias que acumulamos a través de los años, las puertas del mundo laboral se cerraron para siempre ante los ojos del jubilado.
Los días se limitan a las charlas con amigos, las caminatas para comparar precios y ahorrar el pasaje en transporte público, momentos simples que no tengan un precio, la visita de sus nietos y la tan necesaria ayuda de sus hijos para satisfacer las necesidades más básicas.
Sin duda, la jubilación se convirtió en un eterno viaje en el tren fantasma de la política, porque fuera cual fuere el color o ideología del gobierno de turno, los jubilados siempre son la variable de ajuste de cualquier plan.
Pero, al final, con todas las restricciones, limitaciones, impedimentos y preocupaciones que trae aparejada la jubilación, la vida sigue igual.

Francisco Manuel Silva
frsilva50@gmail.com

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