Por Gra Tarola
Cuantas veces escuchamos: “Si es trabajo, se cobra”. Más aún hemos oído frases despedidas de algún militante de media clase: “Gratis nada. Yo cobro por mi trabajo”. Bueno, es hora de la derecha en el gobierno, en el poder y en la sinceridad tonta.
Por esa razón, y en homenaje a los docentes tan sacrificados, tan peronistas, tan revisionistas de la historia pongo mi curriculum vitae a disposición del gobierno.
Quiero enseñar, pero como lo hacen los maestros, y no pretendo cobrar al igual que los gobernantes. Deseo un guardapolvo blanco, mandar chicos a dirección y estropearles la vida.
Además, quedo a disposición del poder ejecutivo, como en las viejas épocas, para no aparecer por los lugares que solía frecuentar.
Desde ya y ante alguna golpista huelga de camioneros, pongo mi Mercedes 1112 para ayudar a este espacio a seguir saliendo de la inmoralidad que nos supo enterrar el peronismo.
Al mismo tiempo, podemos utilizar mi vehículo por si hay algún paro de colectivos. De paso pasar por todas las cámaras cometiendo infracciones así me pueden realizar justas multas y colaborar con el erario de Vidal, digo público.
Desde ya cuente conmigo por alguna huelga de judiciales. Jamás pisé una Facultad de Derecho pero soy amigo de Gerardo Morales y tengo idea de lo que es un juicio justo.
Si hacen falta voluntades para despejar las calles en un piquete no duden en llamarme. Poseo permiso para portar armas y tengo un par de cuerpos en el ropero, obvio, fue en defensa propia y eran K.
Si hay paro de ferroviarios también cuenten conmigo. No se manejar un tren pero después de la tragedia de Once yo puedo mandarme, total si caen una decena de pasajeros todos serán de clase baja, ¿Qué importancia tiene, no?
Si los trabajadores de Clarín no quieren trabajar, tampoco duden en llamarme. No soy periodista pero puedo escribir en Clarín. Todo lo que hacen los K me parece mal, se robaron todo y los del PRO son dialoguistas, buenas personas a pesar de algunos errores.
Si el servicio de Inteligencia le falta gente también llámenme por favor. Nunca fui un servicio oficial. Sí alcahuete, entregador de compañeros pero en forma privada, jamás nunca para un gobierno.
Si la policía entra en huelga también cuenten conmigo. Se utilizar un arma, plantar pruebas, me gusta la pizza y me considero un inútil para todo.
Si hay paro en los hospitales ténganme en cuenta como médico, enfermero, sicólogo o anestesista. No entiendo nada de nada, no osaría cobrar un peso, pero fui alguna vez carnicero y me doy maña para tapar desgracias. Es más podría ser el director del hospital o ministro de salud, un especialista en el macaneo diario.
Desde ya, ustedes saben que jamás cobraría un peso porque sólo abreva en mí la idea de ser carnero por esta causa justa de un gobierno que nunca pensó en los trabajadores, en los jubilados y en los pobres. Por esta causa doy la vida. Ah, no me ofrecí a ser jubilado porque ya ellos son Ad Honorem.