Economía

Acuerdo con el FMI: los privados no compran la versión de Caputo y calculan solo USD 6.000 millones «frescos»

El Gobierno había afirmado que los 20.000 millones de dólares serían de libre disponibilidad. Por qué se podría agregar lo que llegue del BID, CAF y Banco Mundial.

Los economistas no comen vidrio. O sí, pero este no sería el caso. Pese a que el Gobierno salió a repetir el viernes la versión de que los 20.000 millones de dólares que llegarán del FMI serán «frescos», las consultoras privadas coinciden en que los fondos de libre disponibilidad serán aproximadamente unos 6.000 millones de dólares nada más. Aun así, a esa cifra se podría agregar lo que presten otros organismos como el Banco Mundial, el BID o la CAF.

El jueves, Luis Caputo salió a revelar que negocia con el Fondo Monetario Internacional un préstamo de 20.000 millones de dólares, una cifra total esperada por el sector privado. Sin embargo, no aclaró la cuestión clave que el mercado necesita conocer: cuántos de esos fondos serán de libre disponibilidad o «frescos» y no para refinanciar deuda o cancelar otros vencimientos.

 Al ver que el anuncio no terminaba de calmar a los inversores, desde el Gobierno salieron primero a afirmar en off que la totalidad de los 20.000 millones serían de libre disponibilidad. Una versión que luego fue confirmada en on por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa.

Pero esta posibilidad contradice directamente lo establecido en el mismo DNU que aprobó el acuerdo. En él, se especifica que parte de los fondos se destinarán a cancelar ciertas letras intransferibles del Tesoro en manos del Banco Central y a cancelar, además, los vencimientos con el FMI fijados en el acuerdo de 2022 que caigan en los próximos cuatro años.

En este marco, y con la cifra de 20.000 millones de dólares ya virtualmente confirmada por el FMI, diversos consultores privados salieron a realizar sus propios cálculos y pronósticos sobre cuánto quedará realmente de «fondos frescos», que el mercado necesita conocer para entender qué posibilidades reales hay para una salida del cepo sin sobresaltos cambiarios e inflacionarios.

La mayoría de las consultoras coinciden. Para Outlier, que dirige Gabriel Caamaño Gómez, el acuerdo de 20.000 millones «dejaría netos, versus vencimientos de capital del EFF (Programa de Facilidades Extendidas) de 2022 unos 6.000 millones de dólares, aproximadamente, hasta mayo de 2029″.

Para Martín Rapetti, titular de Equilibra, la cantidad de libre disponibilidad será de «entre 6.000 y 8.000 millones de dólares», según señaló a El Destape.

Por su parte, Epyca precisó que, del total anunciado por Caputo, «13.900 millones de dólares serán aportados por el FMI en cuotas que se irán calzando contra los vencimientos de la deuda previa», mientras que «los USD 6.100 millones restantes son los que el FMI aportaría como nueva deuda, para engrosar las Reservas».

El mismo cálculo es detallado por Adcap, la consultora que dirige Javier Timerman. Según detalla en su informe, en los primeros cuatro años del nuevo acuerdo (hasta febrero de 2029) habrá unos 11 vencimientos del calendario acordado con Martín Guzmán en 2022, por un total de 13.979 millones de dólares. Así, concluye también que habrá «fondos frescos» por aproximadamente 6.000 millones de dólares, los cuales, además, estima que se girarán como desembolso inicial.

En resumen, se trata de una cifra notablemente menor a lo que Caputo y Milei quieren hacer ver, pero coincidente con la que admitió José Luis Espert, quien también desagregó los 20.000 millones en 14.000 y 6.000«

Solo en las últimas dos semanas el Banco Central debió vender casi 1.500 millones de dólares en reservas por la fuga de los inversores hacia el dólar. De continuar la falta de confianza en el plan económico, los «fondos frescos» podrían esfumarse en unos pocos meses y no servir para contener una eventual salida del cepo luego de las elecciones.

Caputo explicó ayer que incluso lo que se destine a comprar las letras intransferibles del Tesoro en manos del BCRA será de libre disponibilidad, porque en el proceso de recompra las divisas terminarán en manos de la entidad monetaria que dirige Santiago Bausili engrosando las reservas, las cuales «son de libre disponibilidad».

De todos modos, la clave estará en los tiempos de los desembolsos, ya que si el FMI gira la mayor parte de los 20.000 millones poco antes de los vencimientos del programa de 2022 (como hizo en los últimos años), esos dólares saldrán de las reservas casi tan pronto como lleguen. Ayer, Caputo admitió que esperan tener un desembolso inicial «más grande que lo habitual», pero que todavía se está negociando cómo será el cronograma de los giros.

Así, la clave sigue estando en cuánto habrá de nuevos «fondos frescos», o sea deuda extra a la ya tomada, y cuántos llegarán inicialmente para posibilitar la salida del cepo antes de 2026.

Los dólares del Banco Mundial, el BID y la CAF, ¿son de libre disponibilidad o no?

Aun así, queda una posibilidad para que el Gobierno amplíe los fondos de libre disponibilidad: los préstamos de otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, el BID y la CAF que, según anticiparon Caputo y otros funcionarios, llegarán como complemento a los del FMI.

La cuestión surge porque, por lo general, el dinero prestado por estos organismos es destinado a proyectos socioeconómicos específicos, o sea, ya dirigido de antemano.

Sin embargo, hay dos razones que permiten calificar a estos eventuales desembolsos como «frescos». En primer lugar, en verdad poseen dos líneas de préstamos diferentes. Una efectivamente destinada a proyectos del sector público y otra destinada a apoyar cambios en la macroeconomía. Por ejemplo, el «préstamo puente» de la CAF a Argentina en los últimos meses de gestión de Sergio Massa en Economía.

La segunda razón es que, incluso siendo para proyectos del sector público, los dólares que lleguen del BM, BID o CAF podrían ser considerados de «libre disponibilidad» simplemente por una cuestión contable, ya que finalmente el Tesoro termina girándole los dólares al Banco Central.

Haroldo Montagu, socio de la consultora Vectorial, señala al respecto que «estos organismos, por definición, prestan en dólares, pero el gasto es en pesos, entonces generan un paso entre el BCRA y el Tesoro, con lo cual serían de libre disponibilidad«. «El movimiento contable es el siguiente: el BID, por ejemplo, le da los dólares al Tesoro, el Tesoro le vende esos dólares al Banco Central a cambio de pesos, el Tesoro gasta los pesos en la política que haya acordado con el BID y el Central se queda con los dólares«, precisó el ex viceministro de Economía, en un razonamiento similar al que dijo ayer Caputo.

Adcap calcula que el Gobierno se encuentra negociando préstamos extra por unos 4.000 millones de dólares de parte de estos otros organismos multilaterales por fuera del FMI. De ser así, los «fondos frescos» podrían llegar a ser de unos 10.000 millones de dólares, una cantidad podría ser mejor considerada por el mercado.

De todos modos, la clave estará en la periodicidad de los desembolsos. Si se tratara de préstamos para proyectos públicos, estos suelen ser por etapas, lo que podría dejarle al Gobierno poca capacidad de intervención para continuar controlando el tipo de cambio.

  FUENTE:  EL DESTAPE

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