
Cuando hablamos del senador Reutemann enseguida llega a nuestra memoria, esa carrera que el Lole ganaba fácil y faltando dos vueltas para llegar a la meta se quedó sin nafta y abandonó.
Macri hace un par de años se comía los chicos crudos. En la carrera política la meta lo esperaba con las chicas, el champán y los laurales.
Falta un año para las elecciones, las chicas fueron despedidas, el champán es caro y no se compró, los laureles se usan para el tuco y en cualquier momento se queda y abandona como corresponde a cualquier gobierno no peronista.
La semana pasada solo en segunda vuelta Macri le ganaba a Cristina. Pasaron siete días Boca, su equipo, todavía no es campeón, el G20 usará su custodia para mayor seguridad, Vidal le gana a Axel por dos puntos en la provincia y amenaza con adelantar los comicios y no hay elección donde Macri le gane a Cristina. En la carrera por el poder, Mau conduce la calesita y la choca en cada vuelta.
El mejor equipo de los últimos 50 años ya utiliza los suplentes. Martin Ocampo, hincha de River, miembro de la comisión de Boca, renunció a su cargo en seguridad. Diego Santilli lo suplió. “El responsable es la Ciudad, pero es del mismo equipo”, aseveró Marcos Peña en referencia a la superfinal nunca jugada. Los suplentes del mejor equipo se miran las caras porque en cualquier momento son reemplazados por los chicos de las inferiores. El fantasma de la B los persigue y parece que ni Caruso Lombardi los salva.
Ya Cristina y Axel mantuvieron charlas con un sector del poder económico. Cristina sigue construyendo hacia adentro y hacia afuera el frente patriótico nacional. La izquierda progre ya se sumó. El gremialismo también, falta el sector oficialista. El Papa le guiña un ojo, los militares se están cuadrando, el 35 por ciento de la gente se hace presente con el voto, en una palabra si Cristina es candidata y no es detenida ya sabemos que a Macri se le acabó la nafta.
La pregunta es, porque la derecha ha fracasado?. La respuesta es sencilla. Ningún índice económico es positivo. Ni jubilados, ni empresarios ni trabajadores están satisfechos con Cambiemos. Pasamos de un país sin deuda con el FMI a una colonia que gasta un hospital por día en intereses de deuda. Se aumentó el presupuesto en seguridad, se tomó más policías pero aumentó la inseguridad. Al jubilado se le prometió el oro y el moro, nada se cumplió. El abuelo pasó de 400 dólares mensuales a 180, casi los famosos 150 de Menem que permitió la visibilización de Norma Pla. Pasamos de un país con hambre cero a otro donde el hambre preocupa.
Hoy la entrega es diaria al igual que la pobreza, la depresión y la trampa en la política.
Pero todo tiene un final, todo termina. Macri no gana en un ningún escenario en esta democracia genocida. La esperanza amarilla se cifra en la trampa, en la mentira o en el trabajo sucio de los jueces adictos a Cambiemos.
Mau está empujando el auto. Vidal tiene problemas de embrague y pide adelantar las elecciones así termina la carrera muy pronto, Larreta utiliza el muleto. Muy cerca Cristina y Axel a punto de dar el zarpazo.
Reutemann nos recuerda su historia con este presidente. El Lole abandonó en ese momento, hoy permanece en boxes observando como una mujer va camino al triunfo otra vez.