BODEGA VALLE DEL INDIO: Defendiendo mercado y empleo
Dialogar con Leonardo N. Bonomo, abogado y enólogo, además director general del proyecto mendocino Bodega Valle del Indio, refuerza nuestra percepción de que la fórmula de la constancia y el optimismo es la única que puede conducir al éxito de una Pyme, en momentos tan difíciles como la actual coyuntura donde muchas de ellas han quedado literalmente en la lona.
Texto y foto: Margarita Pécora
Bodega Valle del Indio no ha estado exenta de dificultades económicas, pero las ha sabido sortear. Bonomo nos cuenta cómo nació el proyecto boutique de menos de 2 millones de litros de capacidad para exportar los vinos Malbec de Mendoza al mundo. “Hoy estamos exportando a Estados Unidos, a Méjico, Panamá, República Dominicana, y en Guatemala bastante avanzados, Perú, Brasil, algo a España, Francia y Ucrania.
“ La Bodega Valle del Indio, busca la fusión entre el nuevo y el viejo mundo, entre la tipicidad varietal del Malbec y las características únicas de la principal región vitivinícola argentina, entre la frescura de la fruta y la complejidad de la madera, entre lo exclusivo y lo accesible.
“Nuestro slogan nos ha servido de mucho “pensás en Malbec, pensás en Mendoza, pensás en Malbec, pensás en la Argentina”. Estamos en Mendoza y contamos con un pequeño centro de distribución en Buenos Aires, otro en Córdoba y otro en Rosario. Estamos enviando vinos de mediana y alta gama, pero al ser una bodega pequeña, tenemos partidas de muy alta calidad. Los vinos llevan sistema de trazabilidad que nos ayuda a controlar las partidas”.
Consultado acerca del elemento diferenciados de sus vinos Bonomo señaló: “es la concentración porque son de muy buena fruta, si bien utilizamos algunos robles de origen francés y en algunos casos americanos, principalmente nuestros vinos se caracterizan por tener muy buena fruta. Es el rasgo distintivo al tener 300 días al año de sol en la Argentina eso hace que los vinos comiencen a tener muy buena maduración en la planta. Eso nos hace los vinos jóvenes y de buena calidad.
El otro gran vino que estamos sacando es el Kazañandú que es una concentración del malbec y un 7% de cabernet franc de perfecta tipicidad varietal. Gran equilibrio entre fruta y madera. Color profundo rojo violáceo. Aromas especiados. Pimienta negra y menta. Poderosa estructura y amplitud en boca. Gran complejidad, suavidad y final elegante.
¿Cuál es el producto estrella?
El Akila Malbec con muy buena concentración y precio /calidad.
¿La difícil coyuntura económica que golpea a todas las Pymes como la están enfrentando ustedes?
No es ajeno, si bien exportamos y trae algunos beneficios, representamos el 10 % de la capacidad de empleo y reclamamos apoyo para poder exportar. Para ello tenemos que pagar todos los impuestos. Si llego a tener atrasado dos días el pago de una patente de una camioneta, no sale la exportación, nos la bloquean de inmediato.
Las pymes que exportamos generamos más empleo.
¿Cuántos trabajadores?
Hay momentos de tener hasta 30 y más, se hace cosecha con trabajo temporario. El momento actual es difícil sobre todo para el mercado interno, los precios en dólares han caído mucho y las Pymes que exportamos nos focalizamos en el mercado externo pero sin desatender el interno porque en la Argentina, de cada 10 botellas que se producen, 8 se consumen. Sigue siendo el fuerte de la industria vitivinícola el mercado interno. La principal razón es que los argentinos hacemos vinos para tomar y hay una fuerte cultura en ese sentido”- concluyó el enólogo-.