Por Ricardo Sietepanes
Las reformas vienen por vos, por él y por mí, por nosotros. El cumplimiento a piejuntillas de las órdenes del FMI origina pobreza, entrega y violencia en grado sumo. Marchas pacíficas transformadas en sufrimiento, gracias a los uniformados. Gendarmería, como en su momento, mostró todo lo incapaz que puede ser utilizando camiones hidrantes para favorecer al poder.
La lucha de pobres contra pobres se vio en algunos medios de comunicación. El ejecutivo, usando el servicio de cadetería ubicado en el Congreso de la Nación pretende denostar, descalificar y empobrecer a las mayorías en su formato jubilados y trabajadores.
Macri, luego de sus vacaciones, paseó por Córdoba y se enfrascó en la Play para ignorar como sus uniformados castigaban a las mayorías, como miraba para arriba mientras se sabía que el submarino pudo haber sido torpedeado y como sus diputados y aquellos afectados por la billetera trabajaban en contra de sus representados.
Todas las reformas propuestas por el ejecutivo confluyen en una sola ley, la del saqueo. Porque los jubilados a pesar del teorema Tonelli que a menor plata mayor poder adquisitivo, seguirán siendo ajustados. Los trabajadores verán como parte de los derechos conseguidos por el peronismo quedan en la historia y la clase media dejará de consumir para sacrificarse por su verdugo, el gobierno.
Macri recibió un país sin deuda y sin FMI, un país libre y con consumo. El poder real le ordenó que diera vuelta el país como una media y cumplió. Deuda récord que ya pasó los 170 mil millones de dólares, el 14 por ciento del presupuesto nacional sólo para pagar intereses de deuda y ajuste a las mayorías para que los fondos buitres y el poder concentrado sigan engordando.
A cambio de tanta injusticia social, entrega y sometimiento la banca seguirá prestando más dólares para poder subir la deuda y los intereses y de esta manera el ajuste será eterno.
Todo esto se pudo haber evitado si el PJ no hubiera traicionado, si la CGT hubiera defendido al trabajador, si los medios dominantes hubieran cumplido con su rol de informar y no de hacer lobby y si el poder judicial hubiera sido independiente.
Pero no, billetera mata convicción, soborna ideal y compra voluntades. Los saqueadores, disfrazados de salvadores de la patria, cumplen con su deber. Obediencia debida al Fondo Monetario Internacional y punto final para el pueblo. Una ciudadanía que creyó el discurso mentiroso de la derecha y entró en la trampa que los medios instalaron con el latiguillo se robaron todo.
Todo es mentira, todo es una gran trampa para que el país sea entregado en un superlativo grado de pobreza. Mientras Comodoro Py cumple con su función de poner entre rejas hasta la mascota de Aníbal Fernández, el ejecutivo ordena el saqueo y el legislativo cumple mostrando subordinación y valor para servir al poder concentrado.
Hoy son los jubilados, mañana los trabajadores y así hasta consolidar la pobreza en todo el territorio para satisfacción de las corporaciones y la risa indisimulada de la oligarquía. Las minorías siguen triunfando al galope de una política derrotada. Cambiemos más radicales y justicialistas traidores obedecen ciegamente al poder a cambio de cargos y fama efímera.
El ajuste es continuo, la injusticia también. Es tiempo de olvidar la partidocracia y aunar esfuerzos por la vuelta de un movimiento nacional que represente a las mayorías y otorgue dignidad a un pueblo que vive una pesadilla hace dos años.
