Por Gabriel Princip
Los noticias pos comicios son de eterna alegría amarilla en detrimento del rojo vergüenza de la clase dirigencial y el verde esperanza de un pueblo todo encerrado entre el “se robaron todo” y “hay que sacrificarse por el país”.
El presidente Macri juntó a los gobernadores, y a excepción del puntano Rodriguez Saá, todos firmaron el pacto fiscal, la servilleta y dos autógrafos personales por uno de Macri. El sistema, vía medios dominantes, dijo “histórico, todos firmaron”. La gente macullaba bronca y un sonido que dejaba entrever traición. Pero no es así, en todo gobierno del 83´ a la fecha, cuando se reúnen gobernadores con el presidente es para acatar la voz ejecutiva que emana del sillón de Rivadavia. Pasó con todos, por eso siempre se le echó en cara a los K la subordinación a Menem. Fueron todos y siempre.
Este autógrafo federal determina subordinación y valor parlamentario para servir al hijo de Franco. En una palabra, el 13, 20 y 27 de diciembre asistiremos en el congreso de la Nación a un viaje en el tiempo que nos depositará en la década del 30´, un país sin derechos.
Esos días serán de discusiones, actings y chamuyo que determinarán las reformas previsional, laboral y tributaria. La clase media presenciará como se le extiende su certificado de defunción civil en vivo y en directo. Verá como se vota una reforma previsional donde el “encima de la inflación” es simbólica, para llegar al 1 por ciento del PBI debería crecer 20 puntos. En una palabra, los jubilados perderán 100 mil millones de pesos y tendrán aumentos trimestrales y sólo en el segundo trimestre de cada año llegarán al 5 por ciento. Casi una pizza.
Con los cambios impositivos la Anses queda desfinanciada en cientos de miles de millones, lo que abre el camino de retorno a la privatización.
Ahora bien, quizás el jubilado que sufre esta devastación tenga un plazo fijo. Irán por él a través de los impuestos donde si su plazo es de 65 mil llegará a un 5 por ciento sobre su interés y si llega a los 300 mil el impuesto será de 15 por ciento sobre su interés. En una palabra, si usted tiene la suerte de tener un ahorro de 300 mil pesos a un interés del 22 por ciento anual el impuesto le comerá 15 o sea lo deja con un siete por ciento, nada teniendo en cuenta del riesgo que significa un banco en estos tiempos donde la deuda puede provocar un corralito en cualquier momento.
Pero quizás no sea jubilado y sea un humilde trabajador. Si cubre esta condición, anulamos el plazo fijo y también las vacaciones. Pues la reforma laboral implica nunca más horas extras, más tiempo en su lugar de trabajo sin cobrar, indemnizaciones reducidas lo mismo que las licencias por parto y si querés ir de vacaciones, pagalas vos. Si esto no es el cambio, ¿el cambio dónde está?
En síntesis, el plan de ajuste está más vivo que nunca. De a poco la clase media se acerca a la baja y esta a la muerte. La reducción poblacional anunciada en el 2015 empieza a cumplir con su cometido. Presidentes impopulares, planes de ajustes continuos y una población que asiste a la renuncia de los derechos y al bienestar impávida y sin reclamo alguno. El nuevo orden mundial comienza a consolidarse.