OpiniónOpinión

36 no son mejores

En el truco, el envido resulta fundamental y si tenés 33 de mano, es letal. La política no es igual y las PASO, menos. Cristina Fernández seguramente derrotará a Esteban Bullrich en una semana, el triunfo será por uno o dos puntos como máximo pero -gracias a ese invento tan inservible como un cenicero para una moto- en octubre el resultado será otro.

Por Gabriel Princip

El 2011 fue el último triunfo K, la herencia de Néstor dejó una construcción política difícil de derrotar. Massa, De la Sota, el viejo peronismo y los pibes todos en el mismo barco con un rumbo determinado y un objetivo a lograr. Nunca más se ganó una elección, nunca más todos estuvieron incluidos,  nunca más el objetivo fue claro. Y la derecha, que partió de 10 puntos en el 2012, se transformó en una máquina de ganar. Sus objetivos, la entrega y el empobrecimiento general, el método la mentira y la trampa. Y contra esto es muy difícil competir.

Cristina todavía no entiende que con los pibes, con los intelectuales, con el paladar negro no se gana. No lo entendió en el 2013 y hoy ya es una utopía que cambie de parecer.

Los K se equivocan en el método, los amarillos no. Además, la gente no es tan maravillosa como uno cree. Hoy la Argentina tiene una sociedad partida en el medio donde más del 50 por ciento le importa nada la injusticia, la represión, la desastrosa economía, el Papa, la ignorancia dirigencial. No le importa el otro pero tampoco le interesa su vida. Hoy lo único importante es el odio.

Si este razonamiento no es el correcto alguien puede explicar porque se vota al hombre que te avisa que te va a aumentar las tarifas, los impuestos, los alimentos y a cambio te dará una limosna en los salarios. Toda la vida se creyó que el argentino votaba con el bolsillo, si esto es cierto quiere decir que la Argentina es un paraíso, que el consumo se cansa de aumentar y que cada vez nos va mejor. Pero no es así, el 90 por ciento de la población gana 10 mil pesos, la inflación y la recesión no cesan, la luz y el gas aumentarán otra vez en  noviembre, en dos años se devaluó la moneda un 82 por ciento, los jubilados pagan sus remedios y se olvidaron del 82 por ciento y la clase media es la nueva clase baja. O sea, la economía no es el eje conductor del triunfo amarillo.

Tampoco es el circo. Cuantas veces escuchamos voces gorilas que nos decían que nos daban pan y circo. Ya no hay fútbol gratis, tampoco existe entretenimiento para realizar ya que se trabaja más por menos salarios.

Entonces, ¿Cuál es la explicación del crecimiento de la derecha y la desaparición del peronismo? La derecha ofrece odio por televisión, y la clase media resentida y envidiosa compra esta idea y paga lo que sea. Además saca la billetera y compra voluntades. En el 2013 fue Massa quien fue tentado por Magnetto. Ofertó plata y gloria. Massa se llevó el 12 por ciento de confundidos peronistas de clase media que odian a Cristina y saben que jamás llegarán al poder.

Entonces el 54 por ciento del 2011 se achicó. Por culpa de Massa y también de la soberbia juvenil que se quedó con un relato y dejó en la banquina al  viejo peronismo. Llegamos al 2015 con un 38 por ciento y no tuvimos en cuenta al gremialismo y  menos aún a un Randazzo que se reunió tres veces con el dueño del monopolio. Otra vez Magnetto ofertó plata y gloria. Randazzo no fue gobernador, Scioli perdió, ganó Macri y el pueblo entregado cual artículo chino de saldo.

Llegamos al 2017 con el invento macabro de las PASO y otra vez la juventud eligió a los intelectuales en la boleta para competir. El error se repitió y Randazzo se llevó el 5 por ciento además del corte de boleta de los barones y oportunistas del GBA. Total 34, 35 o 36 puntos. Una cifra que se supera en octubre y que si no llega a pasar esto tampoco sirve para el 2019, porque Magnetto seguramente ofertará plata y gloria a otro sinvergüenza que se lleve 2, 3 o 4 puntos.

Si al macabro manejo de la derecha para utilizar la mentira y la trampa para ganar se le suma la pereza K y el resentimiento de la clase media es imposible que el peronismo perdure. Seguramente los anti K estarán de para bienes porque Cristina será senadora pero no podrá continuar con un proyecto pero se olvidan que su único líder  es Macri o Vidal, o sea, el anti peronismo.  Massa y Randazzo dejaron de existir, cumplieron con su rol divisorio. Hoy  el viejo peronista, el anti K colabora en la desaparición de la creación del líder que dicen venerar. La pregunta es, ¿Tendrán vergüenza y bajarán la mirada cuando canten la marcha o seguirán repitiendo como loritos “se robaron todo” y votarán  todo amarillo para el suicidio general?

 

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba