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Funcionales

Por Gabriel Princip

Hace pocos días, los comandos azules reprimieron a los soldados de Quebracho que habían realizado un piquete sobre la 9 de Julio. Con máscaras y palos simulan ser los malos de la película, pegan cuatro gritos, lanzan manos al aire y motivan el accionar de los uniformados. Conclusión, la imagen que transmite la caja boba satisface las miserias de la clase media gobernante, entristece a los militantes populares y otra vez estos piqueteros son funcionales a un gobierno solo democrático el día que fue votado.

La clase media también es funcional a la oligarquía como los piqueteros al gobierno. En el café, en el colegio, en el trabajo o en la feria el comentario de estos militantes de la media clase es homogéneo. “Macri es un desastre pero por favor que no vuelva la yegua”. Y la líder de este conjunto de moda “los que se robaron todo”, fue quien empoderó a las clases bajas y medias con ampliación de derechos pero, así es el medio pelo de agradecido.

La pregunta es ¿Por qué funciona así Doña Rosa y sus muchachos? ¿No entendieron que si tienen derechos es por el peronismo? evidentemente no. Arturo Jauretche en su  obra “Filo, contrafilo y punta”, trata de explicarlo: “Nos enseñaron en la escuela a reverenciar frases hechas, nos perfeccionaron esa reverencia en la Universidad y la consolidaron la prensa y el libro. Este pensamiento constituía la doctrina de la oligarquía. La inquietud que importó su ejecución fue encubierta con el nombre de las duras exigencias del progreso. El indio y el gaucho quedaron en el camino, exterminados en beneficio de la grandeza nacional. Así  se nos dijo y nos acostumbramos a aceptarlo”.

Agrega Jauretche: “He aquí confesado el secreto  progresista de la oligarquía. Volvamos a la frase de Cobden hecha suya por la política de Canning. “Inglaterra será el taller del mundo y la América del Sur su granja” y ratificada por las instrucciones de Churchill a Lord Halifax para su cometido en las negociaciones sobre América del Sur, “ceda en todo menos en lo que se refiere a los países productores de carne de vaca y de carnero”.

La oligarquía siempre acordó con el imperio. Se sintió parte de él y le molestó su origen. Los miembros de esta clase les molestaba la Argentina y la clase media también se sintió parte del imperio por eso fue funcional a las clase altas. Tiene un odio pasional e histórico sobre los humildes, negros, marginados, planeros y  todo aquel que le recuerde alguna vez su origen.

Y con esta funcionalidad también se expresaron numerosos presidentes. No hay que olvidarse de Mitre, Roca, Justo pero el más entreguista resultó ser Nicolás Avellaneda que dijo “Ahorraremos sobre el hambre y la sed del pueblo para pagar a los acreedores extranjeros. El pensamiento sigue siendo el mismo y todo el progresismo de la oligarquía queda revelado como la máscara tras lo cual se ocultó el objetivo: organizar el país como abastecedor barato de otras poblaciones, no la nuestra, esta que se vaya a vaciar las alcancías de los niños. Mientras se malbaratan nuestros productos en el mercado internacional y se cierran las fuentes de ocupación que el desarrollo industrial había creado”.

El accionar de la media clase siempre fue errado por su individualismo como factor común. Nunca entendió al peronismo y siempre se alineó con aquellos que manifestaban su contrariedad al movimiento fundado por el general. Juan José Hernández Arregui en su libro “Peronismo y Socialismo” dijo: “La posición de la clase media en general ofrece una peculiaridad. Adopta una actitud  crítica, que en la práctica es un rechazo, hacia la figura de Perón, conductor del movimiento obrero argentino. Esta contradicción es explicable. La clase media, en sus tendencias de izquierda, al negar a Perón, se opone mediante un rodeo, al proletariado nacional, al que por otra parte se acerca con la intención de darle una “ideología” que, según tales grupos, le faltaría al peronismo. En el fondo, está convencida que su destino es conducir al proletariado, sustituir a Perón. En esta posición, a través de la cual la pequeño burguesía vela sus propias contradicciones, su separación de las masas y sus abstracciones inútiles, sigue sin entender bien la complejidad de la lucha anticolonialista”.

La independencia económica determinada por Perón motivó el ascenso social y el regocijo de parte de la clase media  pues otra porción eligió al resentimiento como manera de expresar su opinión hacia el movimiento que les permitió resolver su problema económico. Una de las frases emblemáticas de Jauretche es la clase media vota mal cuando está bien y vota bien cuando está mal, lamentablemente el vasco nunca se equivocó. En síntesis, la funcionalidad del militante de media clase  a la oligarquía permite su suicidio diario al tiempo que logra que el país nunca despegue.

 

 

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