Por Napoleón Solo
Asado peronista en el oeste de la provincia bonaerense. Luján es el lugar donde se ubica catastralmente la quinta propiedad de un importante cantante de los 60´. Con la música pegadiza de fondo, dirigentes populares disfrutan del servicio criollo. Morcillas, choris y chinchulines desfilan bajo el manto sagrado del humo rumbo a bocas que disfrutan del popular ágape.
El cantante con blonda esposa en un rincón del importante quincho departiendo con miembro del clero.
-¿Y cerrás para la próxima o no?, pregunta el católico.
-Vemos, querido. Hay mucho ruido, mucha bronca, y la familia siempre está primero.
-Pero vos sos un tipo de fe, que cree en Dios, que camina por las calles cantando con esa postura de muchacho a pesar de tu experiencia.
-Todo lo que vos quieras, pero la propuesta no es un recital, es muy importante y en el peor de los tiempos. Además hay que solucionar el tema de Francisco.
-En esos estamos. Ya preparé un hombre con el mensaje que entregará en próximos días.
-Bueno, todo no se puede. Vamos solucionando temas y después vemos.
El cantante salió con choripán en mano del quincho y fue a charlar con un hombre de la política, de esos que definen.
En otro extremo de la residencia sale raudamente un coche negro, patente doble A, con rumbo desconocido y dos hombres en su interior. De ese vehículo finalmente sale alguien corpulento, anteojos negros, traje verde oliva con corbata al tono con pasaporte en mano. Su objetivo Roma.
Mientras Macri sigue entregando el país, El Papa lucha denodadamente para impedir la tercera guerra mundial, la batalla de los alimentos, la misma que puede determinar que la cuarta sea a golpe de puños. Francisco anula conflictos en África y el Complejo militar e industrial norteamericano pierde algunos millones en la entrega de armas para que más humanos se perjudiquen. El Consejo de relaciones Exteriores de la mano de los Rockefeller determinan más conflictos bélicos en el centro de África al tiempo que siguen abasteciendo a Isis via Francia, del mejor armamento.
Asia es un polvorín, el olor a muerte penetra en las narices del poder cuando atentados acordados se producen en grandes capitales. Paris llora, Roma tiembla, Berlín y Madrid se preocupan.
El hombre de Luján se encuentra en Termini, Roma. El Vaticano lo espera. Mientras tanto en el sur argentino Cristina debate con Alicia el plan de salvataje para Santa Cruz.
-Macri nos manda al muere, resignada cuenta Alicia.
-No está todo perdido, rebate Cristina.
-¿Por?
-Espero que desde afuera y por izquierda alguien que yo conozco nos dé una mano.
-Sí, es más fácil que liberen Milagro y a López que alguien del exterior nos ayude.
-Casi le pegás.
-¿Qué?
-Nada, yo me entiendo.
En el Vaticano el hombre del traje oliva espera su turno. Francisco lo atiende, recibe un manuscrito, se saludan y se retira. La misión se cumplió en su cincuenta por ciento.
En Olivos, mientras tanto Macri recibe una información de inteligencia.
-¿Qué hizo la loca?
-Está por solucionar el tema de Santa Cruz, contesta el señor cinco.
-Sí, claro, ¿quién la ayuda? Si las corpo están todos con nosotros.
-Hay una que no.
-¿Cuál?
-El clero.
-¿Pero esos curas muertos de hambre que pueden hacer?
Finalmente del Vaticano parte la solución para Santa Cruz y al mismo tiempo el pedido para que el cantante sea candidato.
Un mes más tarde, el candidato cantaba por los calles y Santa Cruz recibía los fondos `para solucionar su problema sin echar a nadie.
En un nuevo asado en la quinta de Luján se cuentan las charlas de quincho.
-¿Y al final como se solucionó todo?, le pregunta un concejal al cantante
-Haciendo la gran López.
-¿Y eso cómo es?
-Simple, a López lo engancharon tirando bolsos con plata, lo filmaron en un monasterio y sirvió como operación para desprestigiar a los K.
-Sí, ¿y que tiene que ver?
-Todo fue una operación de inteligencia. López había sido capturado por la ex side para que hiciera eso, pero la función de López siempre fue llevar recursos de Cristina al Vaticano para proyectos humanitarios. Lo capturan, y lo encarcelan pero antes realiza la operación que los medios ordenan.
A partir de ahí el Papa se la jura a Macri. Entonces, ¿Que hicimos ahora? Que el Vaticano mande recursos para Santa Cruz en una operación bien peronista y al mismo tiempo me de la señal para que sea candidato a presidente para el 2019. Volvemos hermano, con fe, esperanza y caminando por las calles.
¿Un chori compañero?