Gabriel Princip
Astiz tomando un café en una vereda céntrica. Cerca haciendo lo mismo otro represor, pero éste de azul uniforme. El mozo, de salario ajustado y breve, sirve con sonrisa falsa y colonizada a los parroquianos.
Dos periodistas de medios dominantes, en una mesa cercana, comentando la gestión del presidente que cambió la vida de los argentinos.
Por importante calle céntrica menos tránsito y peatones que en otras épocas circulan raudamente. Miserables trabajos y lugares donde se ensancha la grieta esperan de su llegada.
Mientras tanto, la redacción de importante diario se encuentra en conexión directa con la Casa Rosada. Expeditivos, cortos y convenientes decretos se redactan en el medio para la conveniencia privada. Rápidamente se envían a quien ocupa el sillón de Rivadavia para que vise, firme y decrete.
La actualidad argentina sigue siendo dinámica y colonizada. La población ya no está a la expectativa de un próximo aumento. El ajuste y la resignación es un matrimonio que juró fidelidad hasta que la muerte los separe.
En Tribunales siguen reuniéndose aquellos que imparten injusticia. El 2×1 a favor de los uniformados fue un logro importante en la carrera de jueces clarinesgos. Se sancionó, intervino el poder judicial, hubo miles de almas protestando frente a la medida, el PRO y los K de la mano reclamando por tamaña injusticia. El presidente en conferencia de prensa actuó en sintonía popular luego de verificar una última encuesta. La ley no pasaba pero como todo ocurre siempre en este gobierno amarillo, tiempo más tarde, una artimaña jurídica permitió que Astiz y sicarios amigos disfruten de días de campo junto a un acuerdo y a Cecilia Pando y Alfredo Olmedo.
Quizás este relato en el momento que se lea forma parte de ciencia ficción pero lo que no es una novela sino una película de terror, es el gobierno de derecha que se impuso en el 2015. Un ejecutivo que hizo y hace de la injusticia un leiv motiv. Un empresario que llegó al poder para establecer y consolidar una pobreza de la mano de la entrega y la colonización. Un poder tan injusto para las mayorías como el intento de que violadores, roba chicos y asesinos circulen por las calles como si no hubiera pasado nada. La derecha representa no solo la pobreza y la desocupación sino también la injusticia, la impunidad y la impotencia. Seguramente algún día retornarán a sus hogares, pero el daño ya está hecho. La pesada herencia, la tendrá el próximo gobierno.
