Opinión

¡Volvieron por la Argentina!

 

Por Margarita Pécora B.        –

 

¡La Patria argentina está en peligro! El Comando Sur ha vuelto a la Casa Rosada. Solo cambió el género y el nombre del líder: hoy es el Almirante Alvin Holsey, en reemplazo de la General Laura Richardson. Para el caso, es lo mismo, ya que conservan intactas las intenciones de completar la entrega servil de la nación austral a la potencia del Norte, iniciada durante la administración Biden y continuada con la de Donald Trump.

El almirante Holsey llegó confiado, sabiendo que el terreno está allanado y que el lacayo melenudo, al que han recibido una decena de veces en Washington “como en su segunda casa”, lo esperaría sonriente en el Palacio Presidencial para deshacerse en elogios y reverencias, y mostrarle el camino a Ushuaia sin obstáculos de ningún tipo.

La idea es que se sienta cómodo visitando la base naval local para “interiorizarse” sobre las capacidades operativas del sur del país y su rol en la protección de rutas marítimas cruciales para el comercio global.

El tiempo corre, y el títere y sus cortesanos de Defensa se apresuran a abrir al forastero la “caja” que contiene los tesoros nacionales, guardados bajo siete llaves y defendidos a sangre y fuego por los patriotas argentinos. Las telas que cubren los mapas secretos se descorren, y el visitante del gigante del Norte se deleita haciendo sus cálculos geoestratégicos sobre la envidiable posición que el vendepatria argentino le está poniendo en bandeja de plata.

Desde tiempos inmemoriales, EE.UU. ha tenido preparadas sus garras para clavarlas en el corazón de este rico país austral. ¡Cuántas veces nuestros antepasados nos advirtieron sobre las apetencias imperiales del vecino del Norte! Desde Juan Domingo Perón, quien denunció la influencia extranjera, incluyendo la de EE.UU., en los asuntos internos de Argentina, y no por gusto enarboló su doctrina de «soberanía política, independencia económica y justicia social» para contrarrestar el peligro del vecino del Norte.

También nos advirtió Arturo Jauretche, crítico feroz del imperialismo y de las políticas de dependencia económica que vinculaban a Argentina con potencias extranjeras, incluyendo EE.UU. Su obra El medio pelo en la sociedad argentina analiza cómo estas influencias afectan la identidad nacional.

Rodolfo Walsh también criticó la relación entre Argentina y EE.UU., especialmente durante la dictadura militar, cuando EE.UU. apoyó económica y militarmente al régimen. La lista es interminable. Pero estas tres figuras ya partieron; sin embargo, se deben estar revolcando en sus tumbas porque el peligro volvió a cernirse sobre la Patria argentina en momentos en que se aceleran los pasos para una entrega que puede resultar muy difícil de revertir.

¿Acaso somos tan ingenuos que permitimos que un gobernante libertario, sumiso y cuestionado, utilice distracciones estratégicas para desviar la atención de un tema tan sensible como la creciente presencia de EE.UU. en Argentina?

Hoy nos presentan la visita de la nueva jefatura del Comando Sur como una oportunidad económica o estratégica, mientras que las implicaciones más profundas—como la soberanía o la influencia extranjera—quedan en segundo plano. La visita de Holsey a Ushuaia, enfocada en la base naval y las capacidades operativas del sur argentino, ha generado preocupaciones entre algunos analistas sobre la soberanía nacional. Este viaje, enmarcado en la cooperación bilateral entre Argentina y Estados Unidos, busca fortalecer la defensa y seguridad regional, pero también pone sobre la mesa interrogantes sobre el impacto de estas alianzas en el control de recursos estratégicos y rutas marítimas clave.

La base naval en Ushuaia, ubicada en una región crucial para el comercio global, es vista como un punto estratégico para la protección de rutas marítimas. Sin embargo, algunos expertos temen que esta cooperación pueda abrir la puerta a una mayor influencia extranjera en áreas sensibles del país, especialmente en el Atlántico Sur.

Solo cabe recordar una frase proverbial muy sabia: «La ingenuidad del gobernante es el pasaje más rápido hacia la pérdida de la soberanía.» Ojalá los verdaderos patriotas argentinos despierten del letargo y se pongan en fila como «los árboles para que no pase el gigante de las siete leguas» y se apodere de la Argentina.

El acercamiento entre Estados Unidos y Argentina ha tenido varios momentos clave recientemente, especialmente en el contexto de las promesas de Javier Milei de fortalecer los lazos con EE.UU.  Los eventos destacados:

-Visita de Antony Blinken (febrero de 2024): El Secretario de Estado de EE.UU. visitó Buenos Aires para reunirse con el presidente Milei. Durante esta visita, se discutieron temas como comercio, minerales críticos, derechos humanos y seguridad. Este encuentro marcó un paso importante en la reafirmación de intereses compartidos entre ambos países.

-Visita de Laura Richardson (abril de 2024): La entonces jefa del Comando Sur de EE.UU. visitó la Base Naval de Ushuaia, un punto estratégico para la región. Fue recibida con honores por el presidente Milei, quien destacó la alianza con EE.UU. como un recurso clave para la soberanía argentina. Este evento subrayó el interés mutuo en proyectos estratégicos como la Base Naval Integrada.

-Promesas de Milei: Desde su campaña, Milei ha enfatizado su intención de abrir las puertas de Argentina a EE.UU., buscando una relación más estrecha en términos económicos, militares y estratégicos. Esto ha generado tanto apoyo como críticas dentro del país, especialmente por las implicaciones geopolíticas de una alianza más fuerte con EE.UU.

 

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