“El algoritmo del Vaticano”: quién tiene más chances de ser el próximo Papa

Un modelo asigna un valor numérico a distintos indicadores, como la edad de los candidatos, su antigüedad como cardenal, si tuvo mala prensa y quién fue el Papa que lo designó; con esos datos realiza un cálculo matemático que arroja un puntaje final
Las especulaciones crecen, pero las certezas son inexistentes. Luego de la muerte de Francisco, surge una pregunta fundamental que nadie puede responder: ¿quién será su sucesor? Hay apuestas, nombres en titulares, preferencias más o menos disimuladas. Pero la verdad es que nadie lo sabe. El cónclave de 133 cardenales se reunirá dos semanas después del funeral y, solo entonces, cuando el humo blanco se eleve sobre el Vaticano, el mundo conocerá al nuevo pontífice.
En el mientras tanto, se hizo viral un algoritmo que intenta predecir quién será el próximo papa, llamado Papability Index. En base a diferentes factores, el índice calcula quién es más propenso a ser electo como líder de la Santa Sede. Estos factores varían entre edad, antigüedad, el Papa que lo elevó al cardenalato, su país de origen, si es italiano —el índice lo valora por la relevancia histórica de la nacionalidad en la Iglesia—, pertenencia a una orden religiosa, involucramiento en escándalos, cantidad de lenguas que habla, ideología, votos en otros cónclaves y coincidencia de país de origen con el del Papa fallecido.
El sistema le asigna un valor numérico a cada indicador y calcula una puntuación: cuanto más baja, mayor la probabilidad de que ese cardenal sea el próximo Papa.¿Funciona? Si se observan los resultados retroactivos, la herramienta muestra cierto nivel de acierto. Al día de sus respectivas elecciones, Benedicto XVI (-1.680), Juan Pablo II (0.228), Juan Pablo I (1.767) y Pablo VI (-0.321) registraban índices bajos que los posicionaban como posibles candidatos. Sin embargo, con Francisco el modelo no fue tan certero: su puntaje era 3.918, más alto que el de otros candidatos de ese momento.
Por ejemplo, en relación con la edad, el índice considera que lo ideal para ser elegido papa es tener 68 años. Entonces, cuando un cardenal cumple exactamente 68, no se le suma ni se le resta nada al índice: su puntaje no cambia. Pero si tiene más o menos de 68, se le suman puntos —lo que baja sus probabilidades, según el modelo—. Es decir, cuanto más se aleja un cardenal de los 68 años, ya sea por ser más joven o más viejo, más puntos negativos acumula. Por eso, el índice mejora (baja) a medida que el cardenal se acerca a esa edad, y empeora (sube) si se aleja.
A diferencia de la edad —que solo suma puntos si el cardenal se aleja de los 68 años—, el tiempo que un cardenal lleva en ese rol siempre resta puntos al índice, lo cual mejora sus probabilidades según el modelo. Es decir, cuanto más tiempo ha sido cardenal, más baja será su puntuación. Estos dos factores (edad y antigüedad como cardenal) se contrarrestan entre sí: mientras uno suma, el otro resta. Así, el sistema busca un equilibrio que compense las circunstancias difíciles de medir, como carisma, relaciones internas o percepción pública, y dar una proyección más “objetiva” de quién podría ser elegido Papa.
Al día de hoy, el Papability Index identifica a 21 cardenales como “papables”, es decir, con posibilidades destacadas de ser elegidos como el próximo Papa. Ellos son: Gérald Lacroix, Luis Antonio Tagle, Chibly Langlois, Robert Prevost, Orani Tempesta, Leopoldo Brenes, Péter Erdő, Daniel Sturla, Jean-Pierre Kutwa, Soane Patita Mafi, Peter Turkson, Sergio da Rocha, Charles Maung Bo, Pietro Parolin, José Francisco Robles, John Ribat, Odilo Scherer, Arlindo Furtado, Stanisław Ryłko, Gerhard Ludwig Müller y Joseph Tobin.
Como parte de la dinámica de especulación para saber quién será el próximo papa, la cuenta de Papability Index realizó un cónclave público. Es decir, publicó una encuesta en X donde fue descartando a los diferentes cardenales a medida que iban ganando votos. En la ronda final quedaron Pizzaballa, consagrado ganador con un 41,5 % de los votos; Erdő, que quedó en segundo lugar con un 40,5 %; y el restante 18 % se dividió entre los otros candidatos, sin que ninguno alcanzara un porcentaje significativo.
Qué dice la inteligencia artificial
De acuerdo con el análisis de ChatGPT, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle es considerado uno de los principales candidatos para suceder al papa Francisco. Otros nombres mencionados por la inteligencia artificial incluyen al cardenal italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, reconocido por su habilidad diplomática y su postura moderada, y al cardenal Matteo Zuppi, también italiano, conocido por su labor social y su rol como mediador en conflictos, representando una opción progresista.
Según un análisis de Gemini, entre los nombres más destacados también se encuentran Pietro Parolin, Matteo Zuppi y Luis Antonio Tagle. Otros cardenales que también se mencionan incluyen a Péter Erdő, representante del ala conservadora europea; Jean-Claude Hollerich, con posturas progresistas; Robert Sarah, de línea tradicionalista; y Peter Turkson, conocido por su trabajo en justicia social y medio ambiente, quien podría convertirse en el primer papa africano en siglos.
DeepSeek, por su parte, coincidió en que los principales candidatos con mayor proyección papal incluyen al cardenal italiano Pietro Parolin y a Luis Antonio Tagle. Completan la lista el austriaco Christoph Schönborn, Matteo Zuppi y el húngaro Péter Erdő. Según detalló, los factores clave que influirán en la elección del próximo papa incluyen la edad del candidato —ya que el Colegio Cardenalicio suele optar por figuras entre los 65 y 80 años—. También será determinante el origen geográfico, con creciente interés por un pontífice no europeo. Además, se valorará el equilibrio entre continuar las reformas de Francisco o un posible giro más tradicionalista, así como la capacidad de gobierno, diplomacia y carisma pastoral. FUENTE. LA NACION