FACUNDO LUGO: “Francisco veía la política como la forma más alta de caridad”.

Por Rodrigo Marcogliese –
La visión sobre Francisco como figura política y moral, es el aspecto más relevante que compartió en su charla con Comunas, Facundo Lugo destacado activista vinculado a la Fundación La Alameda, dedicada a la lucha contra la trata de personas y la explotación laboral. En su rol, Lugo compartió momentos memorables junto con el arzobispo Jorge Bergoglio, quien apoyó iniciativas como la creación de marcas libres de trabajo esclavo, y la articulación con cooperativas internacionales. También en causas emblemáticas, como la búsqueda de justicia para las víctimas del incendio en el taller clandestino de Luis Viale.”El papado de Francisco amplificó su voz en contra del sistema y las ideas generalizadas”-aseguró Lugo.
Facundo Lugo, destacó que Francisco veía la política como la forma más alta de caridad, una herramienta para lograr el bien común. Desde su tiempo como arzobispo en Buenos Aires, Francisco mostró un compromiso con causas sociales y políticas, trabajando con organizaciones como La Alameda y el MTE, sin importar su carácter religioso o laico.
Lugo subrayó que el legado de Francisco está comenzando a ser valorado en su verdadera dimensión histórica. Su capacidad para conectar con diversos sectores de la sociedad, desde sindicatos hasta artistas, lo convierte en una figura poliédrica que trasciende fronteras y roles tradicionales. “Francisco supo hablarle a cada grupo, los sindicatos tienen un Francisco, al igual que las organizaciones sociales, los poetas, cada actor de la sociedad tiene un Francisco a su medida”
Al recordar la colaboración de Bergoglio con La Alameda antes de convertirse en Sumo Pontífice, Lugo reconoció: “Francisco apoyó iniciativas clave como la creación de una marca libre de trabajo esclavo en 2009 y la organización de una misa en memoria de las víctimas del incendio en el taller clandestino de Luis Viale. Estas acciones reflejan su compromiso con la justicia social y su cercanía con las periferias.
Un líder con voz radical.
Antes de ser Papa, Francisco ya expresaba opiniones contundentes sobre temas sociales. En homilías públicas, criticó la corrupción y la explotación laboral en Buenos Aires, mostrando una postura que luego amplificaría como líder mundial. “Francisco decía que B. Aires es una ciudad que le faltaba llorar, que es coimera y todo se resolvía a través de coimas, es decir expresiones contundentes, que obviamente llegado al papado, fue una voz amplificada porque al ser una de las primeras personas a nivel mundial en términos de ejercicio del poder, levantaba la voz.
La gran novedad para el mundo y algunos sectores de argentina, es que Francisco era una voz en el poder que iba en contra del sistema y la idea más generalizada”-resaltó Lugo.
El Francisco humano.
El activista social, recuerda al Bergoglio cercano y accesible, que escuchaba y apoyaba iniciativas sociales sin importar su origen. Aunque su estilo cambió al asumir el papado, su esencia y compromiso con los más vulnerables permanecieron intactos.
Del mismo modo, Lugo reconoció el rol de Francisco en la transformación de la Iglesia: Durante su papado, buscó reformar la Iglesia, haciéndola más inclusiva y cercana a las periferias”. Lugo destaca que su liderazgo fue una voz contra el sistema y las ideas más generalizadas, promoviendo una Iglesia más abierta y comprometida con la justicia.
El futuro tras Francisco:
Ante la incertidumbre sobre el rumbo que tomará la Iglesia tras el papado de Francisco, Lugo expuso variables, pero resumió expresando su confianza en que el legado del Papa Francisco inspire a futuros líderes a continuar su camino de apertura y compromiso con los más desfavorecidos.
Como conclusión, puso de relieve el legado político y espiritual “Francisco dejó más de 40 escritos, encíclicas y viajes que reflejan su visión quirúrgica y concreta de los problemas sociales”. Para Lugo, su figura representa una construcción política y espiritual que seguirá influyendo en la sociedad y la Iglesia por generaciones.