Una terapia con anticuerpos derivados de alergias logra activar el sistema inmunitario contra el cáncer de ovario
El estudio clínico experimental muestra que activar los macrófagos desde el interior del tumor puede desencadenar una potente respuesta antitumoral

Los resultados muestran que MOv18 IgE puede transformar estos macrófagos desde un estado inmunosupresor hacia uno inflamatorio y destructor de células tumorales.
Al hacerlo, también libera el bloqueo que estas células ejercen sobre los linfocitos T, reactivando una cadena de eventos inmunitarios que puede atacar al tumor desde varios frentes. Esta es la primera vez que se demuestra, con datos de pacientes y ensayos clínicos, el potencial de los anticuerpos IgE como inmunoterapia activa en cáncer de ovario.
Un cáncer difícil de tratar que necesita nuevos enfoques
El cáncer de ovario es el más letal entre los cánceres ginecológicos. La detección suele ser tardía, y las terapias actuales no logran detener su progresión en muchos casos. En este contexto, el anticuerpo MOv18 IgE, desarrollado por científicos del King’s College London, ofrece una nueva estrategia inmunitaria.
El estudio se basa en datos ex vivo de pacientes, modelos animales y biopsias de un ensayo clínico fase I. La investigación se centró en los macrófagos, un tipo de célula inmunitaria abundante en los tumores de ovario y que el cáncer suele reprogramar para su beneficio.
La novedad es que este anticuerpo de tipo IgE, diferente a los clásicos IgG usados en oncología, puede revertir esa reprogramación e inducir una respuesta inflamatoria potente contra el tumor

Cómo el cáncer sabotea al sistema inmunitario
Los tumores de ovario se infiltran con macrófagos suprimidos, conocidos como TAMs. Estos macrófagos muestran un fenotipo alternativo que favorece el crecimiento tumoral, suprime la inmunidad y se asocia con menor supervivencia en pacientes.
El estudio analizó muestras de líquido ascítico de 30 pacientes con cáncer epitelial de ovario.
A través de citometría de flujo y RNA-seq, se confirmó que estas células presentan una alta expresión de receptores FcεRI (receptores de IgE) y una polarización inmunosupresora vinculada a la señalización de IL-10, un perfil típico de macrófagos M2c.
Este entorno inhibe no solo a los macrófagos, sino también a las células T, bloqueando una respuesta inmunitaria eficaz. El resultado es un microambiente tumoral que protege al cáncer.
Una vez activados por MOv18 IgE, los macrófagos derivados de pacientes pasaron de ser inmunosupresores a un estado hiperinflamatorio.
Esta repolarización indujo la expresión de marcadores de activación como CD40, CD80, CD86 y HLA-DR, típicos de células que estimulan respuestas T.
El anticuerpo MOv18 IgE logró activar macrófagos en contacto con células tumorales, induciendo su capacidad para matar células de cáncer de ovario. Esta actividad se observó tanto en modelos ex vivo como en un modelo preclínico de metástasis en ratas.
Además, se documentó una disminución en la expresión de citoquinas inmunosupresoras como IL-10 y TGF-β, que normalmente bloquean a otras células inmunitarias como los linfocitos T citotóxicos.

Bloqueo de la interacción inmunosupresora entre macrófagos y células Treg
Una de las aportaciones clave del estudio fue demostrar que el anticuerpo IgE interrumpe la colaboración entre macrófagos y células T reguladoras (Treg), que suprimen la actividad inmunitaria.
En co-cultivos de macrófagos de pacientes con células T vírgenes, el MOv18 IgE redujo la inducción de células Treg y favoreció la expansión de células T CD8+, que son las responsables de destruir células tumorales.
Este cambio en la proporción Treg:CD8+ es un marcador favorable en la inmunoterapia antitumoral, ya que un número elevado de Treg se asocia con peor pronóstico en cáncer de ovario.
El efecto también se observó en pacientes tratadas
Dos pacientes que participaron en el ensayo clínico de fase I con MOv18 IgE donaron biopsias tumorales antes y después del tratamiento. En ambos casos, los investigadores encontraron un aumento de células inmunitarias infiltradas, incluyendo macrófagos (CD68+) y células T (CD3+).
Esto sugiere que el anticuerpo no solo actúa ex vivo o en modelos animales, sino también dentro del tumor en pacientes reales.
La activación de macrófagos y células T CD8+ y la reducción de Treg dentro del tumor pueden explicar los efectos antitumorales observados en una de las pacientes tratadas a baja dosis.
Una nueva generación de inmunoterapia con anticuerpos IgE
Hasta ahora, casi todos los anticuerpos utilizados en inmunoterapia son del tipo IgG. Sin embargo, estos no han funcionado bien en cáncer de ovario. La IgE, en cambio, tiene afinidad por células inmunitarias en los tejidos, como macrófagos y mastocitos, y desencadena respuestas potentes incluso con pocas moléculas de antígeno.
MOv18 IgE es el primer anticuerpo de tipo IgE que se ha probado en humanos en un ensayo clínico. Además de su efecto directo sobre macrófagos, su diseño específico contra el receptor de folato alfa (FRα), altamente expresado en células de cáncer de ovario, le confiere una selectividad precisa.
Este estudio abre la puerta a una clase totalmente nueva de anticuerpos oncológicos, especialmente para tumores sólidos que no responden a los tratamientos actuales.
Reprogramar el entorno tumoral desde dentro
El estudio demuestra que activar a los macrófagos suprimidos con un anticuerpo IgE puede cambiar radicalmente el panorama inmunológico del tumor. La estrategia no solo permite atacar directamente al cáncer, sino también revertir su efecto inmunosupresor.
Esta doble acción —matar células tumorales y reactivar la inmunidad— convierte a MOv18 IgE en una herramienta prometedora. Si futuras fases clínicas confirman su eficacia, podría integrarse con otras terapias para mejorar la respuesta en pacientes con cáncer de ovario resistente.
Referencias
- Osborn, G., López-Abente, J., Adams, R. et al. Hyperinflammatory repolarisation of ovarian cancer patient macrophages by anti-tumour IgE antibody, MOv18, restricts an immunosuppressive macrophage:Treg cell interaction. Nat Commun. (2025).
- Edgary Rodríguez R. FUENTE. MUY INTRERESANTE