EDUARDO BARCESAT – Fue una opereta judicial y un acto bochornoso en el seno de la Corte Suprema

Por Rodrigo Marcoligese –
Finalmente, tal como se esperaba, el Juez García-Mansilla renunció a la Corte Suprema entre justificaciones y acusaciones y sin mencionar en una carta enviada a Javier Milei, el escándalo institucional de su designación a dedo por parte del Presidente. Comunas buscó argumentos en la sabiduría de Eduardo Barcesat, destacado abogado constitucionalista conocido por su defensa de los derechos humanos y su participación en la reforma de la Constitución Nacional en 1994. Barcesat calificó de opereta jurídica lo ocurrido, y un acto bochornoso en el seno de la Corte Suprema del Poder judicial.
¿Un final esperado?
Lo deseable ocurrió.
La especulación venía de la mano de la mano de la Casa Rosada-Se rumoreaba el fin de semana que él quería renunciar y La Rosada no quería, y ya se hizo efectiva su renuncia ¿estamos ante el peor momento de injerencia entre los poderes?
Bueno, creo que en el conflicto de poderes ha empezado a resolverse. Te diría que es el primer paso ahora, el Poder ejecutivo requiere la apelación de Per saltum que introdujo porque el tema devino abstracto.
Ya con la renuncia del doctor García Mansilla no tiene sentido que se bregue por su permanencia en los cargos,- aclaró Barcesat-, a menos que el Poder ejecutivo con esa particular insistencia que tiene en quebrar la Constitución y desobedecer la supremacía, insista en que se deje sin efecto la Resolución suspensiva que dictó el juez Alejo Ramos Padilla.
Entiendo, repito que la cuestión ha de venido abstracta; esto lo sabe cualquier abogado litigante, ahora es de esperar que el Poder Ejecutivo actúe en consecuencia, o que se le tenga desistido por la Corte Suprema, el Per Saltum en atención a la renuncia del doctor García-Mansilla.
Dos problemas subsisten;-explicó el jurista-; uno primero transitorio, pero no sin importancia que es el examen de la validez de los los votos que emitió en el período de su ejercicio antijurídico de la designación después de la Corte Suprema.
En principio, como toda nulidad constitucional la que ha dispuesto el Senado de la nación en ejercicio de incumbencia propia, significa una nulidad absoluta insanable, por lo tanto, volver al momento previo al de la emisión de sus votos; y esto crea por supuesto una situación de incertidumbre de jurisdiccional, porque no se sabe si los votos son válidos o no, y de otra parte fortalece la impugnación del mal obrar del Poder Ejecutivo, dado que ni el mismo beneficiario ha querido soportar las consecuencias del mal obrar que perpetraron en su momento, cuando el Poder Ejecutivo lo designa en Comisión-
¿Renunció por temor a un juicio político? Cree que se avecinaba?
El juicio político correspondía, pero yo diría que era previsible la renuncia del doctor García Mansilla, porque ya se cometió el estropicio institucional instigado por el Poder ejecutivo y no era sensato insistir en el estropicio, de manera que creo ha tomado las mejores resoluciones posibles.
Además, el recurso extraordinario Per Saltum que promovió el Poder Ejecutivo respecto del fallo del doctor Alejo Ramos Padilla que le impedía al juez de la Corte firmar resoluciones, ha devenido ahora en cuestión abstracta.
El asunto complicado es que pasaba con los fallos ya emitidos. En derecho las nulidades constitucionales son absolutas e insanables. Así que habría que volver al momento previo al del juramento, que lo habilitó a firmar resoluciones, y anular sus votos. Esto sería lo que corresponde, pero a veces “salomónicamente” la Corte ha generado una doctrina de que cuando se vuelve atrás por una nulidad, los fallos emitidos no pierden su validez. Por lo cual pone sin perjuicio de la validez de los votos emitidos. Yo no propicio esa solución, pero informo que en la historia de la jurisprudencia de la corte frente a procederes institucionalmente bruscos ha adoptado ese criterio.
Lo otro que debo señalar es que la renuncia del Dr. García Mansilla acentúa la ilegalidad de obras del Poder Ejecutivo porque evidentemente si él entendiera que el Poder Ejecutivo obró correctamente, se habría quedado en el puesto y luchado por su permanencia sustancia.
-Está reconociendo el mal obrar.
Por supuesto, es indiscutible esto y entiendo que en esto pone al Poder Ejecutivo en situación de pedido de juicio político y tal vez también una responsabilidad por violación de los deberes de funcionarios públicos y abuso de autoridad. De las dos formas, se trata también de una lección de derecho, de quebrantar es claro texto constitucional, porque no hay ninguna duda para ningún operador del Derecho, de que son distintos incisos y destinatarios, los incisos que se refieren a los jueces del Poder Judicial de la nación tienen un tratamiento más gravoso por el número de votos que tienen que reunir para el acuerdo del senado; y por el procedimiento previo de exhibición de antecedentes, recepción de avales, y luego su tratamiento en audiencia pública, es muy distinto de lo de los funcionarios del poder ejecutivo de alto rango, que cuando ascienden un grado en el escalafón, requieren también de un acuerdo del Senado, pero sin audiencia previa, sin exhibición de antecedentes y por mayoría simple de Votos.
Ahora, si esto no lo saben distinguir quienes trabajaron en el decreto ante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que refrenda la firma del presidente Milei; y la secretaría Legal y Técnica que obviamente debería haber tomado intervención en este decreto en cuestión, bueno no podemos justificar estas ignorancias del derecho, mucho menos la prepotencia institucional.
Pensando en esto que la Corte Suprema de igual manera le tome juramento a García Mancilla este error de cálculo que tuvo que es inusual para gente con tantos años de experiencia ¿a qué se lo atribuís?
“Bueno se lo atribuyo a esta complicidad con el poder político de turno que hace que la escena la justicia haya perdido totalmente credibilidad, y que lleva a estos actos de inopinables casi opereta jurisdiccional, esto amerita que los tres integrantes actuales de la Corte Suprema sean sometidos a juicio político porque obviamente no podían desconocer el texto constitucional y su operatividad.
Es más, el Dr. Lorenzetti, que siendo presidente de la corte bajo el gobierno de Mauricio Macri, comunicó la decisión de esa Corte al Poder ejecutivo, de que no se le iba a tomar Juramento en Comisión a los doctores Rosatti y Rosenkrantz, si no venían con el acuerdo del Senado. Ahora nada cambio en la Constitución desde esa fecha año 2016 hasta ahora como para justificar un cambio de opinión de los Ministros de la Corte. Es bochornoso lo que ha ocurrido en el seno de la Corte Suprema de la nación.