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Todo listo para que Milei hable ante un recinto semivacío y atacando la libertad de prensa.

El sábado a la noche el Presidente inaugurará las sesiones ordinarias con muchas ausencias

Los diputados y senadores de UxP no estarán. La izquierda y los radicales de Lousteau tampoco. Por ahora solo tres gobernadores confirmaron su participación.

El jueves por la noche Javier Milei se preparaba para escribir el discurso que dará el sábado en la apertura de sesiones ordinarias. En realidad, más que escribir, se iba a sentar a retocar el texto que, casi siempre, le suele redactar el asesor presidencial, Santiago Caputo, con ayuda de sus colaboradores más cercanos. Tal como ocurrió el año pasado, Milei se parará en un atril frente a un Congreso semivacío.

Asamblea Legislativa. El circo del Congreso: Milei abre las sesiones y busca imponer su relato atacando la libertad de prensa

Por orden de Karina Milei y de los presidentes de ambas cámaras, los fotógrafos no podrán ingresar al recinto durante el discurso de apertura de sesiones ordinarias y los periodistas tampoco tendrán sus históricos palcos de prensa. En medio del escándalo cripto y de la designación por decreto de Lijo y García Mansilla para la Corte Suprema, la medida refleja al mismo tiempo el autoritarismo y la debilidad del presidente, que no puede hablar en público si no tiene todo digitado.

El presidente se prepara para afrontar su discurso en la Asamblea Legislativa de este sábado 1 de marzo. Será la segunda vez que le toque encabezarla, pero en esta oportunidad se da en el peor momento de su Gobierno: marcado por el escándalo de la cripto estafa de $Libra, con muchos cuestionamientos a su plan económico y luego de haber designado por decreto a los jueces Lijo y García Mansilla para la Corte Suprema de Justicia.

Así Milei intenta imponer su relato, dejando en claro en un mismo movimiento el autoritarismo que ejerce desde el Ejecutivo y la debilidad de no poder presentarse en público si no tiene todo digitado. Esto último ya lo había dejado en claro en la «entrevista» arreglada que mantuvo con Jonatan Viale, cuando millones pudieron ver como su asesor estrella interrumpía una pregunta para soplarle al oído el libreto y cambiar una respuesta que podía comprometerlo judicialmente.

Este sábado, en una decisión sin precedentes, los periodistas que habitualmente trabajan en el Congreso de la Nación no podrán ingresar a los tradicionales palcos de prensa durante el discurso. Esos lugares fueron destinados para invitados del oficialismo, con la intención de conformar una especie de tribuna libertaria y de restringir la tarea de los periodistas, que serán «reubicados» en lugares pequeños en un segundo piso, que no cuentan con la capacidad suficiente para la tarea de los más de 30 acreditados y acreditadas. En el mismo sentido apuntaron también contra los reporteros gráficos, quienes directamente no podrán ingresar al recinto y sólo habrá fotógrafos oficiales.

El Círculo de Periodistas Parlamentarios (CPP) ya había expresado que «deplora y rechaza» la decisión «inconsulta», asegurando que «a los periodistas se los discrimina de esta manera absolutamente irracional y sin ningún sentido práctico». En un comunicado, recordaron además que los periodistas han ocupado históricamente estos espacios sin incidentes, y lamentó que el Congreso, como un poder independiente, «claudique ante órdenes del Poder Ejecutivo.

Un show político en el prime time para intentar desviar la crisis

Estas maniobras autoritarias se producen en un contexto muy crítico para el gobierno de Milei, herido en su credibilidad luego de la estafa de la criptomoneda $LIBRA, que no podría haberse concretado sin la intervención directa del propio presidente. Además, la reciente designación por decreto de los jueces Lijo y García Mansilla en la Corte Suprema ha sido ampliamente cuestionada hasta por sus aliados, como un sector importante del PRO que responde a Mauricio Macri y la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham), quien advirtió que «la imprevisibilidad institucional y la falta de reglas claras erosionan la confianza de los actores económicos y alejan las inversiones necesarias para el desarrollo del país».

Además, el plan económico del gobierno enfrenta cuestionamientos por todos lados. El ajuste brutal no sólo impacta negativamente entre millones de trabajadores, con un consumo en caída libre y con la pérdida de más de 200.000 puestos de trabajo, sino que también empieza a ser mirado de reojo por grandes sectores de la burguesía que acumulan críticas contra el tipo de cambio y las restricciones cambiarias.

En este marco, las restricciones a la prensa no pueden interpretarse más que como una estrategia deliberada de un gobierno que busca silenciar las críticas y mantener el control de la narrativa en su peor momento político. Lejos de ser un acto «transparente» y protocolar, el discurso de este sábado por la noche se perfila como un espectáculo político diseñado para desviar la atención de las múltiples crisis que enfrenta el gobierno. Con las cámaras cuidadosamente colocadas para mostrar una imagen controlada y sin periodistas que puedan relatar y cuestionar lo que sucede, Milei busca retomar el control de la agenda mediática. El show de una casta completamente desconectada de la realidad que vive la inmensa mayoría de la población.

Una cámara semivacía y la posición de la izquierda

Diputados y senadores de UxP también avisaron que no asistirán y los radicales de Lousteau tampoco, mientras que al momento solo tres gobernadores confirmaron su presencia. Una oportunidad para mostrar una oposición que sin embargo no se condice con el auxilio que le vienen prestando a la hora de las votaciones, como se vio en las últimas semanas con la suspensión de las PASO o con la votación unánime a la sanción de las leyes represivas de Patricia Bullrich, que acompañaron por igual peronistas y la UCR.

Desde el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño y otros referentes han repudiado estas medidas, calificándolas de «autoritarismo inadmisible», exigiendo el cese de las restricciones a la prensa y el restablecimiento del acceso pleno de los periodistas al Congreso. Pero además adelantaron su postura de no participar este sábado. «Nuestro bloque no va a concurrir a la Asamblea legislativa. Es un show para tapar la estafa de Milei y su gobierno autoritario» destacó el dirigente de la izquierda a través de un comunicado y señaló: «Hemos pedido la interpelación de Javier Milei en el Congreso y que se investigue a fondo la estafa cripto, que no es más que una metáfora de la estafa política de un gobierno que dijo que venía a ajustar a la casta y lo único que hizo fue ajustar a las mayorías trabajadoras pactando con la dirigencia política ’tradicional’. Seguiremos acompañando e impulsando cada pelea en las calles contra Milei. Este gobierno no va más».

Con un gobierno cada vez más aislado y cuestionado por cada vez más sectores de la sociedad, el montaje que prepara el Gobierno tiene el problema de ser de mecha corta. La devaluación de la palabra presidencial y el camino de desgaste que comenzó a desandar rápidamente son la condiciones perfectas para multiplicar los esfuerzos por torcerle el brazo y acrecentar la resistencia en las calles, que es la única forma de pelear por terminar con el ajuste de un gobierno que no tiene nada para ofrecer más que un espectáculo decadente. FUENTE: Pág 12 y La Iquierda Diario.

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