Sube el monotributo y bajan impuestos a autos y motos
Por Matías Benítez –
A partir de febrero, la Administración de Recursos de Contribución y Armonización (ARCA), organismo que reemplazó a la AFIP, aplicará un aumento del 21% en el impuesto integrado del monotributo, así como en los aportes jubilatorios y a la obra social. En paralelo, el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, anunció una reducción de impuestos para la compra de vehículos cuyo valor oscila entre los $41 y $75 millones.
Más presión sobre monotributistas y trabajadores
Mientras la posibilidad de una reforma tributaria progresiva sigue archivada en algún cajón de sueños nunca cumplidos, se reaviva el debate sobre quiénes realmente pagan «la fiesta». En esta lista figuran trabajadores en relación de dependencia cuyos salarios perdieron poder adquisitivo en 2024, jubilados, trabajadores informales y autónomos.
El gobierno ya confirmó que ARCA reducirá en un 40% su plantilla de empleados, recortando la capacidad de fiscalización sobre la evasión tributaria. No obstante, sí ajustará las escalas del monotributo, cuyo incremento responde a la inflación acumulada entre mediados de 2024 y enero de 2025. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), hasta octubre de 2024, más de 2 millones de personas tenían al monotributo como su principal fuente de ingreso.
El CEPA también advierte sobre el impacto de la reforma laboral aprobada en la Ley Bases, que incorpora la figura de «colaboradores» en el monotributo. Esta nueva categoría permitirá que hasta tres trabajadores sean contratados bajo ese régimen, lo que podría generar una precarización del empleo al reemplazar relaciones laborales formales por monotributistas.
Reducción de impuestos a autos y motos
Mientras el gobierno busca fortalecer las reservas en dólares y negocia un nuevo acuerdo con el FMI, Caputo intenta generar un alivio en la presión cambiaria con medidas de impacto en el consumo. Entre ellas, anunció la reducción de alícuotas para las retenciones del agro y de las economías regionales, que han sido golpeadas por el atraso cambiario y el aumento en insumos como combustibles y electricidad.
Además, con el objetivo de reactivar el consumo interno y fomentar la importación de vehículos eléctricos e híbridos de bajo costo, el Gobierno implementará desde la próxima semana una serie de modificaciones en la política impositiva del sector automotor.
La medida más relevante es la eliminación del impuesto interno del 20% para los vehículos cuyo precio se ubica entre $41 y $75 millones. Para los autos que superan los $75 millones, el gravamen se reducirá del 35% al 18%. Según estimaciones oficiales, esta política generará una baja de entre el 15% y el 20% en los precios de venta, lo que se espera que impulse la demanda en el mercado automotor.
«Se eliminarán los impuestos internos para los autos de entre 41 y 75 millones de pesos, que hasta ahora pagaban una alícuota del 20%, y se reducirá la alícuota para los autos de más de 75 millones, del 35% al 18%», explicó Caputo.
Adicionalmente, el Gobierno reducirá a cero los aranceles para la importación de autos eléctricos e híbridos de bajo costo FOB, con un cupo anual de 50.000 unidades. Asimismo, se eliminarán los impuestos internos para motos con precios entre $15 y $23 millones, que actualmente tributan un 20%.
Impacto de las medidas
Si bien la reducción impositiva busca dinamizar el consumo y modernizar el parque automotor con tecnologías más limpias, el contraste con la presión tributaria sobre sectores de menor poder adquisitivo genera cuestionamientos. Mientras los monotributistas enfrentan un nuevo aumento en sus obligaciones fiscales, los vehículos de alta gama reciben un alivio impositivo que podría beneficiar a los sectores de mayores ingresos.
El escenario económico continúa marcado por el ajuste fiscal y la búsqueda de divisas, en un contexto de alta inflación y caída del consumo. Resta ver si estas medidas efectivamente impulsarán la demanda o, como históricamente sucedió en gobiernos liberales, se traducirán en mayores beneficios para los sectores con mayor capacidad adquisitiva.
