Opinión

LA PIBA MONTONERA

Por Carlos Galli.

Patricia «Pato» Bullrich, comenzó en el año 1973 a militar en la Juventud Peronista de la Tendencia Revolucionaria.

Fue a recibir a Ezeiza al General Perón, encolumnada en la JP.

Recordar que se produjo la Masacre de Ezeiza.

Estuvo presente en la mítica Plaza de Mayo el 1° de Mayo, Día del Trabajador, cuando Perón echó a los Montoneros, y con ellos se retiraron todas las juventudes de izquierda. Esto determinó la ruptura definitiva de la agrupación con el General.

“La Piba” tuvo el rango de Segunda Teniente, relacionada directamente con Rodolfo Galimberti.

Se hacía llamar Carolina Serrano, hoy presidenta del PRO.

El 14 de septiembre de 1976, eran las ocho de la matina. Lugar: Paraná y Maipú, en pleno corazón de Olivos. Era una operación planeada, debía ser muy simple, y no debería tener contratiempos. No fue así.

El blanco elegido era un gerente de -SUDATEX-, que se movilizaba en un Ford Falcón con chofer, que era un policía retirado. La sorpresa, la superioridad numérica y la concentración de fuego garantizaban un operativo rápido y seguro.

Según los cálculos, todo durarían unos muy pocos minutos. Cerrarle el paso al auto, bajar y disparar a quemarropa al blanco. Recuperar el arma del fercho, y retirarse en pocos segundos.

Galimberti había revisado y estudiado todos los movimientos. Los estaba esperando en un bowling cercano a la Panamericana.

Se jugaban levantar el ánimo de la zona norte de Montoneros, que venía de algunas caídas graves.

En un viejo rastrojero se movían «el gordo» Miguel Ángel Lizaso y el «Gringo” Cristian Caretti, ambos enfierrados con pistolas Browning, una ametralladora Halcón y un FAL (Fusil Automático Liviano).

La quinta participante era Patricia Bullrich, “La Cali”, disfrazada con uniforme colegial, de un colegio privado. Había bajado del bondi en Av. Maipú.

Debía caminar una cuadra y subir a un Peugeot 504. A poco de caminar, se cruzó con otros «disfrazados» como ella, pero de cabello corto y aspecto de ser yutas.

La Piba Bullrich dobló en una esquina y se zambulló en el jardín de una casa con un inmenso jardín.

Desde donde estaba, comenzó a escuchar balazos y explosiones. Los ocupas del Peugeot 504 cayeron acribillados, sin siquiera poder bajar del yeyo.

Aproximadamente a las diez de la mañana, se pudo juntar con Galimba, que la abrazó porque “la Piba” no para de llorar por la muerte de los compañeros.

Ésta no sería su única participación en operetas de Montoneros.

Fue detenida en el mes de julio del 75. Devoto fue su destino, hasta que fue liberada en diciembre del mismo año, y se reintegró a la columna norte de Montoneros.

Hasta aquí, una parte de la historia de Patricia «Pato» Bullrich, o “Cali” su nombre de guerra.

En otra oportunidad, otro poco más de historia de la ex «revolucionaria» que aspira a ser Presidenta de la Nación. El tema es que fue tan saltarina ideológicamente, que la verdad no se sabe que jocara es. O tal vez, no sea nada. Pasó de la izquierda REVOLUTA a la derecha más rancia.

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