DANIEL ONEGA: Un goleador inolvidable

Por Gabriel Russo.
Comunas dialoga con el ex futbolista argentino de River Plate, apodado “El Fantasma”, quien se convirtió en el máximo goleador en la Copa Libertadores 1966 con 17 tantos, estableciendo el récord de más goles anotados en una sola edición del torneo, que hasta el presente no ha sido superado. De su propia voz conocimos de su notable trayectoria y de los momentos cumbres del primer y también del último partido que jugó en primera división.
«Toda mi carrera la hice prácticamente en River» -aseguró Daniel Onega al iniciar la charla-.
-¿Jugaste mucho tiempo con tu hermano Ermindo?
«Jugamos tres años con Ermindo (ya fallecido). Lamentablemente para él fue bueno porque fue una transferencia importante para Peñarol, de Montevideo, pero me hubiese gustado jugar más tiempo porque además de ser mi hermano Ermindo fue un jugador extraordinario».
-¿Y no fuiste Campeón con River?
«No, en primera división no, salí campeón en divisiones inferiores. Mi hermano Ermindo sí salió campeón el primer año cuando empezó a jugar. Por distintas circunstancias, algunas raras que no se terminaron de aclarar no tuvimos la suerte de ser Campeón con el equipo que además yo era hincha de pibe. Soy del interior del pueblo Las Parejas, provincia de Santa Fe donde ya desde muy chico era hincha de River y luego la suerte de jugar en el club que uno es hincha no se da siempre».
-Contame cómo fue tu primer partido en primera división…
«Mi primer partido en primera división fue por Copa Libertadores en el año 1966 precisamente contra nuestro tradicional rival Boca, en cancha de River. Fue un poco el debut soñado en primera contra Boca y haber ganado 2-1, es siempre el sueño de uno. Yo empecé en novena división a los 13 años y siempre con el pensamiento de que algún día iba a igualar a mi hermano que ya jugada en primera división, y llegar a jugar en River. Era el sueño que todo pibe tiene y lo logré y ese año Renato Cesarini, que fue mi gran maestro me hizo debutar en esa Copa del ’66 donde bien dijiste anteriormente, soy goleador, tengo el récord de goles de un año en 17 goles, que todavía no fue superado. También soy el jugador argentino que más goles conquistó en copas Libertadores con 31 goles. Es una alegría poder mantener el récord un tiempo más…»
-Poca gente sabe que vos co- fundaste un Club…
«Sí. Nosotros fundamos un Club en Rosario con los hermanos Jorge y Eduardo Solari, con Luis Artime y con mi hermano Ermindo. Renato tuvo siempre algo que ver con todos nosotros, a mi hermano Ermindo lo fue a buscar a los 16 años a Las Parejas, a mí me hizo debutar en primera y a Solari lo hizo traer de Vélez Sarsfield en el año ’65, o sea cuando dijimos de poner el nombre al Club de alguien representativo del fútbol argentino, fue unánime la opinión y merecido haberle puesto Renato a ese club, que por suerte durante muchos años nos ha ido muy bien».
-¿Cómo fue tu último partido en primera división?
«No fue acá en la Argentina -aclara Onega-, fue en Colombia en el ’78 por suerte Millonario es un club muy importante allá que se asemeja al River en Argentina y hacía como 15 años no salía campeón. Ese año pude coronarme campeón. Fue un campeonato muy difícil porque había muchos entrenadores argentinos. Llegamos con 4 equipos dirigidos por argentinos, y ganamos el cuadrangular. Salí campeón y ahí dije: ahora no juego más. Era lo que quería, consagrarme campeón en primera. En Racing ese año salimos segundo también en San Lorenzo y siempre estuvimos cerca pero no culminábamos la tarea».
-A vos te decían el Fantasma…
«En esa copa del año ’66 en un partido contra universitarios de Perú en cancha de River tuve la suerte de convertir tres goles esa noche y en uno de ellos es un contragolpe nuestro, y salimos muy rápido, yo entré más o menos a la altura del punto del penal, cabeceando y el famoso y querido gordo Muñoz que estaba relatando el partido dijo: ¡entró como un fantasma! Y hoy todavía mucha gente en River cuando me ve me dice ¡que hay Fantasma!… quedó ese apodo, simpático y me gusta» -confesó Onega-.
-¿Te acordás la alineación del equipo de River de ese año?
«Más o menos en el equipo jugaba Amadeo Carrillo al arco, en la línea de fondo con Sainz, Guzmán, Matosas y Vieytes; en el medio de la cancha jugaban Sernari, Solari y Ermindo ya delante jugábamos Cubillas y yo. A veces había algún cambio. Ese era el quipo titular del año ’66».
-Sin contarte a vos ¿quién era el mejor jugador de River?
«Mi hermano Ermindo era un jugador muy bueno admirado no solo por los compañeros sino por adversarios, en toda su carrera así siempre fue titular en las selecciones nacionales, igualmente había grandes jugadores, teníamos el mejor arquero que vi en mi vida que era Carrizo. Amadeo fue para mí el número uno, arquero completo con las condiciones que hoy les exigen que tienen que ser un jugador más de campo. Y Amadeo a veces era criticado por eso, por salir del área, y uno lo veía en el arco a él tan seguro».
-¿Por cuáles cosas extrañas que vos dijiste, River no pudo salir campeón en esa época?
«Una quizás más famosa era esa mano de Guillermo Nimo con Vélez Sarsfield. Nosotros llegamos a un triangular final con Racing-Vélez, el primer partido le ganamos a Racing y el segundo partido jugamos con Vélez, resultado 1-1 faltando 5 minutos aproximadamente una jugada a favor nuestro, el número 4 de Vélez para la pelota con el regazo, detrás del arquero Marín y fue algo muy evidente que después a raíz de eso creo fue por ese motivo que Nimo no dirigió más. Hoy con todas las cámaras de TV y tecnología que hay sería gravísimo creo. Otra también es que nosotros habíamos jugado el viernes, habíamos hecho 6 goles a Unión. El lunes juegan Racing-Independiente en cancha de Racing, tenía que hacer tres goles para ganarnos el campeonato a nosotros, e iba ganando Racing y cuando estaban 2-2 un penal a favor de Independiente que el árbitro de la casa lo hace patear 3 veces, Mario lo ataja, y en el tercero lo metió y eso fue muy subjetivo y comentado porque los arqueros si se adelantan un poquito no se lo anula el gol y en ese caso también fue otra de las cosas que nos tocó sufrir».
-¿Vos estuviste en el partido Chacarita –River?
«Si un gran equipo Chacarita, -reconoce Onega-, pero a nosotros a los 20-25 minutos nos expulsan un jugador en una jugada común donde todavía no estaba la tarjeta amarilla ni roja, y expulsan a un chico que debutaba en ese partido y quedó la duda siempre si eso era una expulsión. Estábamos jugando bien, reitero, Chacarita es gran equipo y en el segundo tiempo ya con un jugador más nos ganaron, pero quedó la duda con esa expulsión qué habría pasado si el partido continuaba 11 vs. 11″.
«Después de haber dejado de jugar me dedico al comercio, tengo un par de negocios de artículos deportivos con Luis Artime en sociedad, en Moreno, también tengo una inmobiliaria que heredé de mi padre y hace ya 20 años que trabajo en la captación de jugadores para River, siempre estoy bastante ocupado» -resume Onega-.