Por Laura Benítez.
Con un acto en la puerta de lo que fue la CGT Brasil, diversos gremios nucleados en el FRESIMONA y la Corriente Federal de los Trabajadores rindieron homenaje a la fecha histórica. Lo propio hizo el presidente Alberto Fernández junto a diversos dirigentes político-sindicales en el Instituto Juan Domingo Perón de CABA. La crisis política dentro del FdT.
Ambos encuentros tuvieron como objetivo recordar el paro y la movilización del 30 de marzo de 1982, encabezada por la CGT Brasil, el grupo de “Los 25” y Saúl Ubaldini como líder de la Central. Además, sentar posición sobre la actual coyuntura económica, política y social, tras el retorno del FMI.
El paro y la movilización del 30 de marzo fue un antes y un después, no solo por los reclamos de Paz, Pan y Trabajo sino porque anunció el fin de la última dictadura cívico-militar.
En Brasil 1482 -CABA-, donde funcionó la homónima CGT, con Saúl Ubaldini, del Sindicato Cervecero como su titular, se dieron cita diversos dirigentes y dirigentas sindicales para rendir homenaje y descubrir una placa sobre la fachada del edificio donde funcionó la Central.
Estuvieron: Carlos Zolezzi del SOEESIT; Walter Correa y Claudia Lazzaro de Curtidores; Carlos Frigerio de Cerveceros; Domingo Moreira de Ceramistas; Omar Plaini de Canillitas; Vanesa Siley de SITRAJU CABA; Mara Rivera de APSEE; Cristian Jerónimo de SEIVARA; Pablo Flores de AEFIP; entre otros dirigentes y dirigentas.
Ausente con aviso para Pablo Moyano, uno de los líderes de la CGT nacional que, más temprano, había publicado una foto en sus redes, junto al diputado y ex presidente del bloque del FdT, Máximo Kirchner, luego de una reunión en la que habrían conversado “sobre la situación que atraviesa el país y la actualidad laboral de los trabajadores”. Todo un gesto en medio de la crisis política que atraviesa el FdT, tras las diferencias con respecto a las negociaciones con el FMI y el clima económico-social que eso genera.
Horas antes al 30 de marzo, representantes sindicales del variado mosaico sindical, firmaron un documento titulado “Paz, pan y trabajo. Que la deuda no la paguen los de abajo”, en el que fijaron posición con respecto al retorno del FMI y la negativa a cualquier plan de ajuste. Además, exigieron que se prorrogue el aporte extraordinario de las grandes fortunas mientras dure el endeudamiento con el FMI.
“El gobierno del Frente de Todos, nuestro gobierno, llegó para poner fin a las injusticias, para poner en marcha el aparato productivo, para dar trabajo y para construir un Estado de bienestar donde podamos vivir dignamente”, recordaron, al tiempo que agregaron: “Los trabajadores organizados, hoy, como aquel 30 de marzo, con el respaldo y la firmeza que nuestra historia nos otorga, no vamos a renunciar a la lucha para exigir acciones concretas y urgentes que, a la vez que garanticen la mejora real de las condiciones de vida de las grandes mayorías, impidan el retorno al poder de quienes nos han hundido en las penurias del neoliberalismo cada vez que accedieron al gobierno”.
Por su parte, con un guiño a cierto sector sindical, el presidente Alberto Fernández encabezó un acto en conmemoración a la fecha, junto al Saúl Ubaldini -hijo-; el secretario general de Camioneros, Hugo Moyano; Carlos Acuña, uno de los líderes de la CGT; Antonio Caló, ex titular de la UOM, desplazado por Abel Furlán; Lorenzo Pepe; Santiago Cafiero; José Luis Gioja, y otros dirigentes y dirigentas políticos y sindicales.
Durante el acto, Fernández recibió la campera de Ubaldini -prenda distintiva del dirigente, un emblema de su lucha-, de las manos de su hijo. En ese marco, el primer mandatario destacó “el coraje de los sindicalistas” que, en aquella época -plena Dictadura- “se pusieron de pie frente al terrorismo de Estado”.
Además, atento a la crisis económica y de acuerdos que atraviesa el país, tras el entendimiento con el FMI, ratificado por el Congreso de la Nación y aprobado por el organismo, sostuvo ante las y los dirigentes: “El Peronismo protege la industria y promueve la producción y el empleo. Es importante debatir qué país queremos”.
Una fecha, dos actos y una crisis política al interior del FdT con réplicas a nivel sindical.
