1924
Por Gabriel Princip.
Milei desea, y lo está cumpliendo, volver a los años dorados del conservadurismo. De la mentira de la Argentina potencia y glamorosa, esa donde las primeras imágenes en el cine recreaban gente de bien recorriendo las arterias porteñas. Promediando 2024 podemos afirmar que ya llegamos a 1924.
Hagamos un poco de historia. En 1924 gobernaba Marcelo Torcuato de Alvear, radical que sucedió a Hipólito Yrigoyen. El gobierno del peludo se destacó por el voto universal, sin mujeres, la semana trágica con 1500 muertos y la huelga de anarquistas en el sur, la Patagonia trágica, que costó casi 2000 vidas. No todo fue negativo en ese gobierno. También se bajó la jornada laboral de 12 a 9 horas, claro que después de 1500 muertos en enero de 1919.
Alvear siguió una senda radical sin derechos, pero con obligaciones para los trabajadores. Las mayorás creían que la carne era un bien de lujo y no podían pasear por la Capital ya que no poseían la ropa adecuada.
El cine mostraba gente bien por Palermo o la Plaza de Mayo. El pobre, si al menos no tenía una camisa razonablemente cara estaba impedido de caminar por las mismas calles que la oligarquía. La multa era importante por recorrer la capital sin estar presentable. Por esa razón el 17 de octubre tuvo como protagonistas a los descamisados. Los pobres transitaron la Capital con ropa de trabajador y no fueron multados. La historia estaba cambiando. Al año siguiente ganaría Perón y las mayorías comenzaron a dignificarse. Fue el período donde se comió más carne.
Milei quiere volver a la Argentina vegana. Hoy la sociedad es saqueada, hambreada y humillada. Las verdulerías venden fruta por unidad, las carnicerías hacen promociones con tarjetas de crédito y en los super es raro ver un changuito completo. Ese es el padre de Conan, el que no es solidario con los argentinos, pero si con Ecuador y Ucrania y se arrodilla ante el FMI.
La mentira oficial declara que vivimos cien años de pobreza, hambre y fracasos continuos. Además, proclama que con sacrificio llegaremos a igualar en 35 años a Alemania. La verdad documentada nos indica que Alemania para llegar a ser potencia tuvo dos guerras perdidas, matanzas, pobreza y finalmente disciplinamiento cuando la guerra terminó. Alemania llegó a ser la locomotora europea por su creencia en el estado. Hoy si una empresa privada nacional quiebra el estado la rescata, un día a la semana el pueblo trabajador dona esa jornada al estado y jamás nunca se le ocurriría a su gobierno entregar las riquezas a otro estado.
Una sociedad sin recursos, sin empleo, sin disciplina y sin educación solamente puede llegar al fracaso. Si los chicos son alimentados a base de harinas y carbohidratos lo más seguro es que no triunfarán por su inteligencia.
Si los viejos son humillados con su jubilación miserable la muerte llegara más temprano que tarde y si fragmentamos las provincias con políticas extorsivas la disolución nacional esta a la vuelta de la esquina.
Con Milei no se educa, no se come ni se cura, les recuerdo a los radicales amigos de cualquier colectivo me deja bien. A los que hablan de Perón, pero admiran a Milei les prevengo que la justicia es lenta pero justa y al ciudadano de a pie solo les recuerdo que las ideas y convicciones deben fortalecerse en la búsqueda del hombre nuevo. Volver a las fuentes es la vía más rápida para salir de esta pesadilla, ¿no le parece?
